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Reportaje:NEUROLÓGÍA

El proceso onírico como un proceso psicológico

"¿Dónde se originan los sueños?". En el modelo de Hobson y McCarley, los sueños equivalen, a todos los efectos, a la fase REM, que tiene lugar con predecible regularidad a intervalos de 90 minutos en una noche de sueño normal. De hecho, está demostrado que el REM es la fase del descanso en la que hay más probabilidades de soñar. El 80% de las personas despertadas durante la fase REM afirman que estaban soñando, mientras que sólo lo hacían el 10% de las despertadas en otras fases. Dado que la fase REM se activa por el cambio de las sustancias químicas neurotransmisoras en una zona del tallo cerebral, era lógico pensar que el mecanismo de "encendido" del REM también provocaba el proceso onírico. Pero si las floridas imágenes nocturnas están desencadenadas por un interruptor químico, ¿qué espacio les queda a los deseos inconscientes, a la reinterpretación de los traumas de la niñez o a la representación del conflicto psicológico de la teoría freudiana?"Creo que la evidencia demuestra que la fase REM no es necesaria o suficiente para soñar", afirmó Gerald Vogel, director del Laboratorio de Investigación del Sueño de la Universidad de Emory. Separar la fase REM y el proceso onírico significaría que los sueños podrían producirse en otras áreas del cerebro, afirmó Solms, incluso en partes del cerebro anterior íntimamente unidas a los instintos, los impulsos y los apetitos.

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Nuevas claves sobre los sueños

Solms sugiere que los sueños están producidos por varios tipos de activación del cerebro. La actividad REM en el tallo cerebral es el activador más habitual. Pero también pueden estar estimulados por un aumento de la actividad en otras fases del sueño: los periodos anteriores al despertar en la mañana o inmediatamente después de dormirse por la noche.

Tal sistema, sostiene Solms, sería más compatible con un enfoque psicológico de los sueños, incluida la afirmación de Freud de que todo sueño está salpicado de deseo con raíces profundas, o, a la vista de los conocimientos actuales, de emociones y apetitos, conscientes o inconscientes. "Mi propuesta es la siguiente. Los sueños se pueden producir como resultado de cualquier cosa que despierte al durmiente", escribe Solms, pero sólo cuando el estímulo en cuestión "excite los sistemas motivacionales del cerebro anterior y por tanto inicie una intención dirigida a un objetivo". Según William Domhoff, profesor de investigación en psicología de la Universidad de California en Santa Cruz, los estudios "legitiman de nuevo el proceso onírico como un proceso psicológico, al demostrar que es necesario para tener una mayor capacidad cerebral".

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