Pekín vuelve al 'club de los capitalistas'
China se prepara para entrar en la OMC tras haber abandonado la organización que la precedió, el GATT, en 1950
Lo de volver con la frente marchita no es sólo para los lugares y amores de los hombres, también para sus ideologías. China dio ayer un paso crucial para volver a un club del que fue fundador en 1948, bajo un credo político, y que abandonó en 1950 por ser incompatible con su nueva fe. El gigante asiático fue uno de los 23 países que en 1948 fundaron el Acuerdo General sobre Tarifas y Comercio (GATT, según sus siglas en inglés), precursor de lo que hoy es la Organización Mundial de Comercio (OMC). Pero el 1 de octubre de 1949, la revolución comunista triunfó en el país asiático y un año después, ya como República Popular, abandonó el GATT, acusando a esta organización de ser "un club de capitalistas", entre otras cosas.En 1979, diez años antes de la caída del muro de Berlín, China comenzó a desmarcarse de las otras economías comunistas del mundo y, al mismo tiempo, a coquetear disimuladamente con las ideas del libre mercado. En este año, el Gobierno chino apretó el acelerador de un modelo económico basado casi exclusivamente en las exportaciones. Modelo que ha llevado a este país a crecer en torno a un 7% en los últimos y a convertirlo en el país más atractivo para un mundo desarrollado, con mercados internos saturados y mucho dinero para invertir.
En el delicado giro de la política económica china de finales de los ochenta mucho tuvo que ver la restauración de Deng Xiaoping en su cargo de secretario general del Partido Comunista chino (PCCh) en 1977, puesto del que había sido expulsado una década antes. La elección de Zhao Ziyang como viceprimer ministro en 1980, reemplazando a Hua Guofeng, confirmó el afianzamiento del "ala moderada" del partido comunista que representaba Deng.
En septiembre de 1986, el comité central del PCCh adoptó unos "principios para construir la sociedad socialista", resolución que aportó la base teórica para un programa de modernización y reforma económica. En ese mismo año, el Gobierno de China solicita su ingreso en el GATT.
Las negociaciones empezaron inmediatamente, pero la represión contra los manifestantes en favor de la democratización del país en la plaza Tiananmen de 1989, además de provocar el retroceso de las reformas económicas internas, interrumpieron todas las conversaciones.
Pekín reanudó sus esfuerzos para entrar en el GATT en 1994, pero no contó con que muchos de los países que hoy son parte de la OMC iban para esas fechas muy adelantados en los procesos de liberalización de sus mercados. El modelo proteccionista chino no encajaba con la filosofía que la OMC ya traía bajo el brazo cuando nació, el 1 de enero de 1995.
China ya llevaba 11 años negociando y casi todo volvía al punto de partida. En 1997, el Gobierno chino toma la iniciativa y rebaja algunos de sus aranceles de importación. Todo marcha bien, pero en 1998 llega la crisis asiática. El mensaje es obvio: "Hay que salir primero de esta crisis y luego hablaremos". El año clave es 1999. Lo que no se concretó en 12 años, se hizo en nueve meses. Muy pronto, China volverá al club.
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