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Éste es tu amigo

Juan Cruz

Santiago Carrillo decía ayer al alba, cuando el periódico ya le había dicho que Feliciano Fidalgo, periodista, había muerto en Madrid: "Este hombre me dio todas las noticias, nunca paró de darme noticias". Le dijo, por ejemplo, cuando acababa de ocurrir: "Franco ha muerto". A Pompidou le dijo en público: "¿Adivina usted el porvenir de España?". Pompidou le invitó a hablar de poesía española y después le dijo: "La democracia, el Rey". Un día le vimos en un restaurante, en París, y delante había una bella joven sola. Le hizo unos versos, de mesa a mesa, y la invitó a champaña. Se olvidaba del mundo cuando era feliz. Era muy feliz, el periodista. Cuando regresó a España, después del largo viaje francés, quiso redescubrir su país y se detuvo en todos los pueblos, y miró de cara a todo el mundo. Tenía los ojos grandes, asombrados, hasta el final, e inventó un género, el de Feliciano, para hablar con las personas. No he conocido corazón, de periodista, de amigo, tan hondo y tan grande. A su lado era imposible el desmayo profesional, humano: sus hermanas decían ayer que él las animaba en los últimos tiempos, "cómo vais a estar tristes, esto hay que desdramatizarlo". Y la penúltima vez que estuvo con su amigo el pintor Alfonso Ortuño reclamó en el restaurante: "¡La mejor botella de vino!". Ortuño le dijo: "¿Has perdido la cabeza?". "Sí, siempre la tuve perdida". Era un ser para la amistad y para la vida, jamás contó en público cuánto valían las pesetas, y lo que para los demás hubiera sido un derroche para él era un modo de abrazar. Ayer por la mañana recordaba su amigo Paco Rabal, llorando: "Le dije un día, estoy aquí, en el hotel, y él me fue a buscar, me instaló en su casa de París y ya no paré de beber de la vitalidad de aquel hombre. Un amigo". Un periodista. Elena Martí y Enrique Vázquez, periodistas, le conocieron en París en 1970 y al regreso le dijeron al citado Ortuño: "Hemos conocido al que va a ser tu amigo". Lo fue, tenía las manos para la amistad. El amigo de todo el mundo. El periodista.

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Muere Feliciano Fidalgo, uno de los grandes talentos del periodismo actual

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