Casi todas las plantas nucleares incumplen las normas en Japón
Las normas de seguridad se incumplen en 15 de las 17 principales instalaciones nucleares de Japón (centrales exceptuadas), según un informe que el propio Gobierno de Tokio dio a conocer ayer. El estudio oficial se inició después del accidente de la planta de enriquecimiento de uranio de Tokaimura, ocurrido el pasado 30 de septiembre, que reveló graves faltas de seguridad y control en esa instalación.Las irregularidades más comunes afectan a la seguridad sanitaria de los empleados de estas instalaciones: las empresas incumplen su obligación de medir regularmente los niveles de radiación en los lugares de trabajo, y también la de imponer controles médicos periódicos a los empleados, según un portavoz del Ministerio de Trabajo, que añadió: "Hemos ordenado a los que no respetaban los procedimientos que se adapten a ellos, e incrementaremos la frecuencia de las inspecciones".
En el incidente de Tokaimura, tres empleados de la planta de la firma JCO mezclaron en un solo recipiente una cantidad excesiva de uranio -una violación de la norma más básica que sigue cualquier instalación de ese tipo-, lo que disparó una reacción en cadena que provocó el más grave accidente nuclear de la historia de Japón. Los tres empleados, que resultaron gravemente irradiados, se debaten ahora entre la vida y la muerte, según un informe elaborado por un grupo internacional de expertos, y que ha sido revelado en parte.
Muerte rápida
Según fuentes del Instituto francés de Protección y Seguridad Nuclear (IPSN) citadas por Le Monde, los primeros síntomas de estos empleados eran tan graves que inicialmente se pensó que morirían pocos días después del accidente. Las dosis de radiación en este tipo de incidentes -llamados de criticidad, porque se deben a que se supera la masa crítica de uranio que dispara una reacción en cadena- suelen ser tales que dañan directamente los sistemas nervioso y digestivo de los empleados expuestos, y en estos casos la muerte suele ser rápida.
En el caso de Tokaimura, los tres empleados recibieron entre 50 y 600 veces la dosis máxima que una persona puede admitir en un año según las legislaciones europeas. Uno de los trabajadores recibió la mayor parte de la radiación en la cabeza, el tórax y un brazo. En el pasado, una exposición semejante le hubiera matado en una o dos semanas. Pero los médicos japoneses se han empleado a fondo en este caso.
El empleado ha sido sometido a técnicas de vanguardia para estimular su sistema inmune (factores de crecimiento hematopoyético) y a un trasplante de médula proveniente de su hermana, lo que ha prolongado su vida. Pero, debido a ello, los médicos se están encontrando ahora una serie de patologías a las que nunca se habían enfrentado.
Los otros dos pacientes tienen cierta esperanza de sobrevivir a corto plazo, pero la casi certeza de sufrir varios tipos de cáncer.
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