Vizcaya combinará las ayudas a fondo perdido a las empresas con subvenciones que deberán devolverse

La Diputación de Vizcaya cambiará a partir del próximo año su política de subvenciones a los proyectos empresariales: la única modalidad actual de ayudas a fondo perdido se compaginará con otras fórmulas que obliguen a los beneficiarios a devolver las percepciones. Esta filosofía sigue el modelo anunciado por el Gobierno vasco hace dos semanas.El titular vizcaíno de Promoción Económica, José Antonio Campos, señaló ayer que la colaboración institucional se concretará a través de subvenciones reintegrables, préstamos participativos o la participación en el capital. "La idea es que, por ejemplo, la Diputación participe en una ampliación de capital de una empresa y, al cabo de unos años, si todo va bien se devuelve esa participación con un plus que siempre estaría por debajo del del mercado. Se trata de un cambio cultural fuerte, pero que es habitual en países como Estados Unidos", reveló el diputado.

"Es una carga más de trabajo para el departamento, pero también es más progresista. Es una forma más justa de emplear el dinero de toda la sociedad porque se recuperarán esos recursos para nuevos proyectos y, si fracasan, será la misma situación que en el caso de que hubiera sido una subvención a fondo perdido", señaló Campos.

El Departamento de Promoción Económica no eliminará totalmente las ayudas a fondo perdido, que en los últimos cuatro años han supuesto una aportación cercana a los 4.500 millones de pesetas. "Queremos hacerlo de forma progresiva, ponerlo en marcha y ver cómo responden las empresas. Por eso, no sabemos todavía qué porcentaje se dedicará a fondo perdido y a las ayudas reintegrables", explicó el director del departamento Iñigo Atxutegi. El diputado vizcaíno comunicó que el próximo año se dedicará una partida de 1.200 millones para las subvenciones a las empresas.

Mejora de la gestión

Campos presentó las líneas generales de actuación de su departamento, entre las que citó como prioritaria la mejora de la gestión de las pequeñas empresas vizcaínas, que según los datos del Eustat aportan el 62% del empleo del territorio. "Saber hacer no significa saber gestionar y las empresas vizcaínas destacan en lo primero y tienen una debilidad en la gestión, por lo que hay que echarles una mano en su profesionalidad", dijo.

El diputado foral enfatizó la necesidad de recuperar el espíritu emprendedor vizcaíno -"los jóvenes no están avanzando como la sociedad lo demanda"- a través de facilidades en la puesta en marcha de las iniciativas empresariales. "Queremos mimar a los jóvenes emprendedores para que sólo deban pensar en poner en marcha sus ideas. De lo demás, la financiación, la tutela, que se encargue la Diputación".

Anunció la puesta en marcha para la primavera de una unidad de información global, que centralice las demandas, y lanzó su apuesta por extender los proyectos empresariales por toda Vizcaya, sin que se centren en el área metropolitana, pese a que los planes oficiales se fijan de forma especial a esta zona.