Los planes hidrológicos del Segura y del Júcar desdeñan la reutilización de aguas residuales

Mientras decenas de expertos debaten en Valencia sobre la importancia de reutilizar las aguas residuales una vez depuradas, los planes de cuenca de la Confederación Hidrológica del Segura (CHS) y su homóloga en el Júcar (CHJ) apenas prevén mejorar el aprovechamiento de estos recursos. En el Segura, donde ahora se reutilizan 100 hectómetros anuales, se pasará a 118 en 20 años. Y en el Júcar, donde ahora se aprovechan 67 hectómetros anuales, y aunque se espera llegar a los 164 en dos décadas, se seguirá desaprovechando el 75% de los vertidos.

El Plan Hidrológico del Júcar tiene unos recursos disponibles de 3.437 hectómetros cúbicos anuales, pero entre estos sólo contabiliza 67 de aguas residuales. Es decir, al contrario que en otros países pioneros en el tema, y hasta en otras regiones con menor déficit hídrico, apenas se reutilizan las aguas depuradas. Si ahora se destinan 563 hectómetros cúbicos anuales de agua para abastecimiento urbano, que en gran parte vuelve a la red de alcantarillado para ser depurada, la reutilización actual apenas supone el 12%.El plan prevé aumentar el abastecimiento urbano a 613 hectómetros en 10 años y a 686 en 20. Sin embargo, aunque el empleo de aguas residuales como recurso hídrico se elevará a 137 hectómetros cúbicos en una década y a 164 en dos, el órgano de cuenca del Júcar seguirá desaprovechando las tres cuartas partes de un agua a la que se le podrían dar múltiples usos: desde el riego de suelos agrícolas, jardines públicos y campos de golf hasta el mantenimiento de cauces ecológicos. Ejemplo de ello es el reaprovechamiento que se hace de casi todo el volumen tratado en la planta de Pinedo (Valencia) que sirve para los cultivos de arroz de L"Horta Sud así como para el mantenimiento del parque de L"Albufera.

En el Segura, pasa otro tanto de lo mismo. Con 1.500 metros cúbicos de recursos propios (otros 540 del trasvase Tajo-Segura), apenas se reutilizan 100 de aguas depuradas, siempre según el plan de la cuenca. Y lo que es peor, en 20 años apenas se espera mejorar el aprovechamiento en 18 hectómetros. Bien entrado el siglo XXI se seguirá desaprovechando el 50% de los vertidos urbanos. Esta cifra extrañó ayer especialmente, dado el déficit de la cuenca, a Antonio Embid, catedrático de Derecho Público en la Universidad de Zaragoza, que asistió a las Jornadas sobre aprovechamiento de aguas recicladas, que se celebran hasta mañana en la sede valenciana de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). Un seminario donde se analizan los problemas legales, económicos y de gestión de este recurso y las soluciones aplicadas en otros lugares del mundo.