Carlos Saura señala que 'Goya en Burdeos' está inspirada en Buñuel

Dedicada a su hermano el pintor Antonio Saura ("nos queríamos y nos odiábamos, como todos los hermanos, pero al final estuvimos muy unidos"), Carlos Saura presentó ayer Goya en Burdeos. Su retrato del pintor aragonés, interpretado por Paco Rabal, está fuertemente inspirado en "ciertos gestos" de Luis Buñuel. El cineasta afirmó ayer que la película, que se estrena el próximo día 12, nunca ha estado sujeta a su fuerte carga plástica y añadió: "Nada me horroriza más que ser un simple ilustrador de mis ideas".

"La sombra protestona de Buñuel ha pesado mucho sobre mi interpretación, es una sombra que últimamente no me deja nunca". Paco Rabal recordó ayer cómo Carlos Saura le hizo pensar en cómo era Buñuel para bucear en los últimos días de Goya. "Existen extraños paralelismos entre Goya y Buñuel, que van más allá de los evidentes", añadió Saura, quien ha utilizado conversaciones del propio Buñuel para dialogar su película."¿Que cómo recuerdo a Buñuel? Vivo. Lo recuerdo siempre vivo", continuó Rabal. "Sueño casi todas las noches con mi padre y con mi hermano Damián. Pero también, cada noche, se presenta la sombra de Buñuel, es alguien que sigue a mi lado, que no se ha ido. Saura me dijo que lo recordara, que me fijara en cómo era Buñuel para interpretar a Goya. Lo malo", añadió, "es que creo que me he acordado demasiado".

Rabal comentó que buscar datos sobre Goya era complicado por la falta de documentación: "Sus biografías son contradictorias. Era un hombre que hablaba muy poco de su pintura, que no era excesivamente culto. Si hubiera sido más culto no habría sido tan grande".

Saura hurgó en la agonía final de Goya ("el Goya destrozado por el exilio, el Goya sordo y viejo", apuntó Rabal) para su película. Una película que ha costado 600 millones de pesetas y que, según su productor, Andrés Vicente Gómez, no es una apuesta "comercial", sino "una apuesta creativa".

En la película, fotografiada por Vittorio Storaro y con el trabajo de La Fura dels Baus detrás de las escenas de guerra, está presente la pintura de Rembrandt y Velázquez, "que fueron, con la propia naturaleza, los dos maestros de Goya".

Saura, que rodará su próximo proyecto en Inglaterra, ha dedicado la película a su hermano Antonio porque "era lo menos que podía hacer". "Antonio y yo", explicó el cineasta, "mantuvimos una relación muy estrecha durante los últimos años. Pasamos por épocas distintas a lo largo de nuestra vida, nos quisimos mucho y también nos odiamos mucho. Pero con los años nos quisimos cada vez más, trabajamos juntos y nos compenetramos. Visitar con él el Prado era algo único, pero no creo que ejerciera ninguna influencia concreta sobre mí. La convivencia hacía que nos influyéramos recíprocamente, compartíamos gustos e intercambiábamos ideas. Teníamos mucho en común", concluyó, "y para mí fue una pena que muriera tan pronto".