La Diputación de Girona, contra la proliferación de parques temáticos
El presidente de la Diputación de Girona y del Patronato de Turismo de la Costa Brava, Carles Páramo, aseguró ayer que las comarcas de Girona no deben obstinarse en la consecución de un parque temático y expresó el temor de que este tipo de instalaciones contribuya a "quemar territorio y paisaje" y promueva un turismo masificado que, en su opinión, no sintoniza con el talante de las comarcas de Girona. Diferentes grupos ecologistas han advertido sobre el peligro especulativo de algunos de los proyectos.
Los responsables turísticos quieren contrarrestar la fiebre de parques temáticos con la idea de que las comarcas de Girona tienen tantos atractivos que ya son un gran parque temático. Esta postura reacia a los grandes parques temáticos contrasta con el decidido apoyo que todos los consistorios han ofrecido a las cinco proyectos ya anunciados. En Bàscara (Alt Empordà) se promueve un parque ecuestre con una inversión inicial de 30.000 millones de pesetas y que llevaría aparejado, entre otras construcciones, un hipódromo, un hotel de lujo y una zona comercial y residencial. El Ayuntamiento y la Asociación de Ganaderos y Criadores de Caballos defienden la propuesta. En Lloret de Mar (Selva) podría ubicarse el Parque de la Música, con 30 hectáreas ocupadas, que podrían crecer hasta 500. El presupuesto es de 30.000 millones y en el proyecto, que cuenta con el apoyo de la Generalitat, se prevén áreas diferenciadas y un auditorio para unas 15.000 personas.
A ello hay que añadir el castillo de Sant Ferran de Figueres, una de las mayores fortalezas militares de Europa, con más de 300.000 metros cuadrados de superficie, firme candidato a albergar alguna oferta de ocio. El Centro Europeo de las Artes Virtuales de Blanes (Selva), proyectado por el famoso arquitecto Arata Isozaki, incluye un palacio de hielo, una piscina, un auditorio y otras instalaciones.
La Generalitat utilizó este parque para maquillar el efecto negativo que causó en Girona el anuncio del parque de Montblanc. En él podrían participar grandes marcas como Sony o Sega.
Hace unos días se ha añadido a la lista el parque del automóvil que el coleccionista Salvador Claret, junto a una marca de vehículos y el apoyo consistorial, tiene proyectado construir, con una inversión de 1.000 millones, en Caldes de Malavella (Selva), en los terrenos de unos antiguos depósitos de Repsol.
Carles Páramo no comparte la idea de que las macroindustrias turísticas esparcen sus beneficios por el territorio; más bien al contrario, "buscan encerrar al cliente en sus instalaciones". Añade que algunas de estas grandes instalaciones afectarían gravemente a la calidad del paisaje. Las organizaciones ecologistas han alertado que muchos de estos parques temáticos encubren intereses urbanísticos. "Algunos de estos proyectos, como el de Bàscara, no se llevarán a cabo si no se autorizan las urbanizaciones anexas", indicó ayer un portavoz de la Associació de Naturalistes de Girona. Páramo indicó que deben estudiarse muy a fondo estos proyectos para que al cabo de unos años no tengan que cerrar "y sólo queden las viviendas que colgaban del proyecto".
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