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La prórroga del presupuesto demuestra la precariedad política de Pujol, según el PSC CiU actúa como sucursal del PP, afirma Iceta

Enric Company

"Comienzan en precario, continuarán en precario y acabarán en precario", vaticinó Miquel Iceta, uno de los portavoces del PSC cuando tuvo noticia de que Jordi Pujol había decidido retrasar hasta el mes de junio la aprobación de los Presupuestos de la Generalitat para el año 2000. En este retraso ven los socialistas un anticipo de la forma en que CiU aborda la legislatura: un Parlament reducido a la mínima actividad. Su pretensión es justo la contraria. Harán todo lo que puedan para obligar a los 56 diputados de CiU a estar todo el día sentados en sus escaños para salvar al Gobierno y tenerlo abrazado al PP.

Disponer de una mayoría parlamentaria por el margen de un solo escaño complica mucho la vida diaria de un gobierno. Ningún diputado puede ponerse enfermo, ningún diputado puede irse de viaje, ningún diputado puede ausentarse de la Cámara cuando hay votaciones en el plenario. Claro está que eso rige también para los diputados de la oposición si quieren someter al Gobierno a una presión constante.Es lo que quieren hacer los socialistas en esta legislatura. El secretariado del PSC comenzó a elaborar su estrategia de oposición parlamentaria para esta legislatura en una reunión celebrada el jueves pasado. La presión constante en el Parlament quedó apuntada como una de las líneas de actuación, pero el cuadro no se completará hasta después de la investidura del presidente, que se prevé para la segunda mitad de noviembre. En la investidura se verá cuál es la posición de los dos partidos minoritarios, PP y ERC, de los que Pujol dependerá para formar mayoría.

Los socialistas no dudan de que el PP será el aliado de Pujol, pero no tienen claro cuál será el comportamiento de ERC. Si Pujol consigue que los independentistas le ayuden, como pretende, en todo aquello que el PP le rechace, la posición del Gobierno será bastante cómoda porque dispondrá de dos aliados. Pero si no lo consigue, la aritmética parlamentaria queda establecida en 68 (CiU más el PP) contra 67 (el PSC, más ERC, más Iniciativa-Verds), que exige la asistencia de todos los diputados en todas las votaciones.

La renuncia a presentar cuanto antes el proyecto de presupuestos para el año 2000 es, en opinión de Martí Carnicer, el diputado socialista experto en política presupuestaria, "un signo de debilidad" política de Pujol en estos momentos. Y expresa, a su juicio, "la incapacidad de CiU para asegurarse una mayoría" parlamentaria.

Escoger pareja

Carnicer apunta también otra explicación a esta decisión de Pujol. El Gobierno de la Generalitat necesita imperiosamente reducir sus gastos, y la prórroga del presupuesto, que regirá por lo menos hasta mediados del 2000, es una manera de hacerlo sin recurrir a la tijera, a los recortes producto de una decisión política.

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Iceta define la situación como un rechazo de CiU a "escoger pareja de baile" en el escenario catalán por miedo a perder votos por uno de sus flancos. Un intento de restringir al marco general español el emparejamiento con el PP y de disimularlo a escala catalana ante las inminentes elecciones legislativas.

Los socialistas están convencidos de que en junio CiU aprobará los presupuestos con el apoyo del PP y aprovechan la ocasión para devolver a los nacionalistas uno de los ataques que éstos les dedican con mayor frecuencia. "Los dirigentes de CiU califican de sucursalistas a los demás partidos", dijo Iceta, "pero no hay sucursalización mayor que la que ellos practican: hacen depender toda la acción del Gobierno catalán del resultado de las elecciones españolas".

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