FRANCISCO PLAZA REALIZADOR "El terror te da licencia para cosas que el cine convencional no permite"
Francisco Plaza (Valencia, 1973) inauguró ayer la X Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián con Abuelitos, un cortometraje sobre un grupo de ancianos que sobreviven a base de carne infantil, que el pasado año ganó el Premio Canal + Proyecto de Corto. El realizador, una de las figuras más representativas del panorama nacional de cortometrajistas, cree que el género permite "una libertad absoluta".Abuelitos comenzó como un ejercicio práctico más de la Escuela de Cine durante su etapa de estudiante. Pero Plaza se metió de lleno en la historia y acabó por quedarse atrapado en las garras de su propio guión. La falta de financiación nunca le ha asustado, tampoco entonces, pero reconoce que el premio de Canal + supuso su empujón definitivo.
En Abuelitos, Plaza no debuta como realizador. Ésta es la tercera entrega de su trayectoria cinematográfica después de Trompismos (1994) y Tarzán en el Café Lisboa. Si es su estreno, sin embargo, en un trabajo del género. "Hasta hace no mucho el lenguaje de lo fantástico y de terror sólo me atraía como espectador", afirma. "Pero poco a poco me he dado cuenta que el género te da licencia para muchas cosas que no te permite el cine convencional, a nivel de puesta en escena, de iluminación o de tratamiento de los personajes". En definitiva, más libertad. Si como en su cinta, una comunidad de ancianos se come a una niña, "nadie se cuestiona nada porque está dentro de la fábula".
Con todo, Abuelitos es una propuesta llena de sutileza, que huye de lo explícito, que sugiere el terror, pero no lo muestra en la pantalla. Plaza cree que esta forma narrativa es mucho más efectiva: "Lo que te puedas imaginar es siempre más crudo que lo que puedes ver. Además, es más elegante y menos ofensivo el mostrarlo de una manera metafórica o no mostrarlo". A Plaza no le atrae en exceso la violencia, sobre todo, cuando no está contada en clave de humor. En cambio, sí defiende el cine gore "porque hace una desdramatización absoluta, en la que la muerte es una caricatura". En todo caso, no es el tono de Abuelitos.
El realizador prefirió un tratamiento más "serio" para dar solidez a su reflexión sobre el miedo a la vejez, sobre la angustia a depender de los demás para sobrevivir. Situó en escena a un equipo mixto de actores profesionales y debutantes. Antonio Duque o Ángela Capilla, con una extensa trayectoria teatral, aceptaron trabajar en esta cinta de bajo presupuesto que no permitía pagar a los actores. "Era la única manera de llevar adelante el corto", reconoce Plaza. Ahora afirma que tienen "deudas apremiantes", pero se consuela: "El cine es algo a largo plazo y me imagino que lo recuperaremos con subvenciones o la venta a las televisiones".
Mientras tanto, prepara un proyecto más ambicioso, un largometraje sobre perros salchicha extraterrestres que invaden la tierra. Sigue por el camino del género, lo que tampoco significa demasiado. "En el fondo", dice, "todas las películas hablan de lo mismo, de amor, sexo y muerte. Lo único que varía es el envoltorio. Entre Drácula y Casablanca tampoco hay mucha diferencia, al final es un triángulo amoroso".
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