Enfado con Washington

El Gobierno chino mostró ayer su "enérgico enfado" con Washington por unos comentarios realizados el miércoles por el portavoz oficial del Departamento de Estado norteamericano, James Rubin, quien declaró que Pekín no está tratando de forma adecuada el asunto de la secta budista Falun Gong."Pekín siente un profundo dolor por los comentarios de Rubin, que no son más que acusaciones gratuitas contra el Gobierno chino", dijo Zhang Qiyue, portavoz del Ministerio de Exteriores chino, en una conferencia de prensa celebrada en Pekín. Zhang agregó que "China es un país que cumple con la ley y que se opone firmemente a cualquier interferencia en sus asuntos internos". "La Constitución china respeta la libertad de reunión, religión y expresión, pero no acepta que se abuse de ese derecho", enfatizó.

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