El fin del rey del visado
Un español, detenido en Managua por 'pasar' emigrantes ilegalmente durante 10 años
Jesús Barnell Palencia, Manuel Jesús Rodríguez o Álex de Jesús Avilés. Trío y uno, todos el mismo: José de la Cruz Valle, de 66 años, español, detenido ahora en Managua (Nicaragua) y procesado por tráfico ilegal de emigrantes, estafa, falsificación de documento público y usurpación de funciones e identidad. Valle ha sido durante 10 años el rey de la visa (visado) fácil en un país en el que miles de personas tratan de pasar fronteras y llegar a Estados Unidos por cualquier medio. Y el medio se lo daba este ciudadano español, quien, por una media de 1.500 dólares (unas 240.000 pesetas), proporcionaba el remedio al deseo. La aventura se ha acabado y, a los 66 años, Valle se enfrenta a la justicia nicaragüense y, posiblemente, a la estadounidense.Contra él ya han testificado cuatro personas, entre ellas su propia esposa, Damaris Martínez Reyes, una nicaragüense de 19 años que acusa a Valle de haber estafado a su propia suegra mil dólares (160.000 pesetas). Pero los testimonios sólo servirán para apoyar las pruebas que logró la policía cuando detuvo la pasada semana a Valle en plena acción: llevaba encima 92 partidas de nacimiento mexicanas, ocho dominicanas, 16 nicaragüenses y dos tarjetas de residencia estadounidenses. Todas ellas falsas, eso sí. En su declaración ante las autoridades, Valle dijo no recordar a cuántas personas ha pasado a EEUU, México, Guatemala y El Salvador, pero cualquier cantidad multiplicada por 10 años resulta abultada, según relata el diario La Prensa.
La detención se produjo en plena zona comercial de Managua y, paradójicamente, en la plaza que lleva por nombre España. José de la Cruz estaba en ese momento con una de sus víctimas haciendo las fotografías necesarias para gestionar una visa a EEUU. Se trataba de una taxista, María Dora Hernández, a quien Valle había ofrecido el pasado 2 de octubre visado, residencia y trabajo en Estados Unidos, como cuidadora de una anciana de 95 años, por 1.500 dólares. Para hacer creíble la historia, el ciudadano español se presentó como abogado de la Oficina de Migración del Estado de California.
Hernández desconfió de la ganga y trató de confirmar en el consulado estadounidense de Managua la identidad del supuesto funcionario. La respuesta fue negativa y, a partir de ese momento, la policía nicaragüense comenzó a rastrear sus pasos.
Ahora a Valle se le complica la situación, porque al proceso abierto contra él en el Juzgado Segundo del distrito de Managua se suma la carta que llegó ayer a la juez del caso desde el consulado de EEUU. En ella, el cónsul, Cecilio Sandoval, confirma que el ciudadano español "violentó las leyes de Estados Unidos al vender ilegalmente dichos documentos [de residencia y visados] a inmigrantes ilegales potenciales y por haberse hecho pasar por oficial de Migración".
"Seguridad personal"
El detenido ha confesado parte de los delitos que se le imputan, pero también ha dado su peculiar versión de lo que él denomina "su trabajo". Según Valle, "tramitaba las visas como funcionario de organizaciones religiosas de EEUU"; y los nombres falsos (y sus tres identificaciones falsas) los utilizaba por "seguridad propia", ya que sus "trabajos de traductor y tramitador" le habían reportado pingües beneficios y temía que trataran de hacerle "algo". En todo momento el detenido insistió en que él sólo tramita los visados, aunque reconoció tener en su poder documentos falsos.
Valle se ha quedado sólo. Su joven y reciente esposa lo ha denunciado y la abogada de turno que se le adjudicó ha renunciado al caso porque "el español no cumple el requisito de pobreza". Un culebrón que el rotativo local El Nuevo Diario tituló: "Impresionante "arte" de español sesentón".
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