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La niña que venció al Amazonas

Norys, de 11 años, sobrevivió a un accidente aéreo alimentándose de hierbas y hojas

Norys Irene Villareal, una niña indígena venezolana de 11 años, ha sobrevivido comiendo hojas y hierbas dos semanas en la selva amazónica. La avioneta en la que regresaba a su casa en San Juan de Manapiere, tras unas vacaciones en Puerto Ayacucho, cayó el pasado día 12 en una zona inhóspita de la Amazonia venezolana con ocho personas a bordo, la mitad de las cuales murieron. Además de un valor extraordinario, Norys ha demostrado otra capacidad: cuidó y salvó de una muerte segura a otro pasajero.La avioneta accidentada despegó el día 12 de Puerto Ayacucho y debía llegar unos 45 minutos después a San Juan de Manapiare. Era el medio de transporte habitual en una zona selvática donde los caminos son impracticables por las constantes lluvias y la densidad de la vegetación.

Norys Villareal y los tres supervivientes se alimentaron en los últimos cinco días con hierbas, hojas de árboles y aguas turbias de los ríos tras agotar las escasas provisiones que había en la aeronave, según comentó a los periodistas el padre de la niña, Octavio Villareal. La menor fue rescatada el lunes junto al joven de 19 años Ismael Ramírez, también indígena yekuana como Norys, por un equipo militar de salvamento aéreo apoyado por miembros de la etnia de la niña que buscaron 14 días los restos del aparato.

Los dos jóvenes, hallados en un claro de la selva cuando habían perdido toda esperanza de ser salvados, sufren fuertes traumatismos, infecciones en heridas, desnutrición y deshidratación, lo que obligó a llevarlos de urgencia a Caracas para hospitalizarlos. Se encuentran ya bajo control y su estado general es satisfactorio, según fuentes médicas.

Una mujer, Rocío Montoya, fue la superviviente que resultó menos lesionada, pero desapareció arrastrada por un río cuando fue a buscar ayuda, lo mismo que hicieron Norys y Ramírez hasta que dieron con ellos a unos dos kilómetros del accidente.

El pasado viernes los equipos de rescate encontraron a Carlos Arteaga junto a los restos del aparato en grave estado. Había perdido masa encefálica y tenía infecciones múltiples que obligaron a amputar una de sus piernas. Arteaga fue cuidado y alimentado por la niña durante los días que pasaron junto a la avioneta Cessna 207, de la empresa Aguaysa, en la zona conocida como Caño Mosquito, con grandes árboles y mucha humedad, donde el aparato debió hacer un aterrizaje forzoso.

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