Argentina después de Menem

Los votantes argentinos se han aburrido del extravagante estilo de Carlos Menem. (...) El domingo eligieron a Fernando de la Rúa, el alcalde de Buenos Aires, que no es carismático ni peronista, como sucesor de Menem. (...)Entre los aspectos más positivos del legado de Menem están estas elecciones por su total normalidad democrática en un país en el que las transiciones presidenciales se suelen acompañar de llamamientos a la lucha de clases y rumores de golpe de Estado. Menem ha logrado apartar a los militares de su adicción a los golpes, completar la evolución de los peronistas desde un movimiento demagógico hacia un partido político responsable y devolver a Argentina al escenario internacional después de décadas de proteccionismo. Pero los años de Menem han estado también marcados por las acusaciones de manipulación judicial y corrupción.

Pese a ello, Menem ha conservado gran parte de su popularidad personal. La Constitución le impidió presentarse este año y los peronistas presentaron a Eduardo Duhalde, un candidato que parecía anunciar la continuación de la década pasada pero sin sus reformas. Los votantes han preferido a De la Rúa, que prometió detener la corrupción y terminar con la impunidad. (...) Éste será su mayor reto, y no le resultará fácil. Tendrá que trabajar con los jueces de la era de Menem y con un Senado dominado por el peronismo. De lo que no tendrá que preocuparse será de conspiraciones militares o de una oposición que no respete las reglas democráticas. Por eso, Menem mantiene su credibilidad.