Aznar respalda el proceso de cambio que impulsa el presidente de Venezuela

El presidente del Gobierno, José María Aznar, renovó ayer, en Madrid, el voto de confianza que dio a su homólogo de Venezuela, Hugo Chávez, en julio pasado, en Caracas, cuando el ex teniente coronel de paracaidistas iniciaba su revolucionaria presidencia. Aznar subrayó su "profunda confianza" en el proceso constituyente que impulsa Chávez, que, dijo, ha cumplido los compromisos que asumió con él hace tres meses. Chávez se encuentra de visita oficial en España para explicar las reformas que ha emprendido.

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, volvió a demostrar, en su conferencia de prensa de ayer con José María Aznar, que mantiene toda la capacidad de comunicación que le permitió arrasar en enero pasado en las elecciones de su país. Así, agradeció a su "amigo" Aznar el apoyo y el respeto al proceso político venezolano y se felicitó por que se esté deshaciendo, "como la bruma cuando sale el sol", la campaña "goebbeliana, que salía de Venezuela" y que intentaba presentarle como un golpista.Chávez y Aznar, que cenaron el domingo en La Moncloa con el presidente de Colombia, Andrés Pastrana, de paso por Madrid, analizaron ayer el estado de las relaciones bilaterales, las perspectivas de la próxima Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno en La Habana y el futuro de las relaciones entre la Unión Europea y América Latina.

España, que será el país anfitrión de la segunda cumbre Unión Europea-América Latina en el año 2002, tiene especial interés en asociar a Venezuela a sus preparativos, dijo Aznar.

El presidente español y el venezolano destacaron el potencial que encierra la Comunidad Iberoamericana tanto desde el punto de vista económico como desde el cultural. Aznar lamentó, en este sentido, la poca importancia informativa que se ha dado en España a la decisión de Brasil de convertir el español en un idioma obligatorio en la enseñanza. "En Francia, si un país de las dimensiones de Brasil hubiera hecho lo mismo con el francés, habría sido fiesta nacional", indicó.

La próxima cumbre de La Habana será vital para estrechar los lazos de la comunidad iberoamericana y "las ausencias de algunos presidentes no va a opacar su brillo e importancia", puntualizó Chávez, que restó trascendencia a las ausencias que puedan darse. "Se producen en todas las cumbres a las que he acudido", añadió.

El dirigente venezolano tuvo palabras afectuosas para su "amigo Fidel Castro" y se negó a criticar al régimen cubano. También dijo ser un acérrimo defensor del derecho de autoderminación de los pueblos -"al cubano es al único que le corresponde apoyar, criticar, elogiar o derribar a su Gobierno", matizó- y se mostró contrario al embargo de Estados Unidos contra Cuba.

A preguntas de los periodistas, Aznar confirmó que en La Habana, durante la cumbre, se alojará en un hotel de la cadena Meliá, empresa amenazada con sanciones por el Congreso norteamericano por operar en la isla. "Si eso se interpreta como una defensa de los intereses españoles, pues... con mucho gusto, faltaba más. Para eso estamos", afirmó.

Finalmente, Aznar y Chávez felicitaron a Fernando de la Rúa, del Partido Radical, que el domingo venció en los comicios de Argentina y puso fin a una década de hegemonía liberal-peronista.