Dos asesinatos en seis meses

El sábado 24 de abril, un joven indigente, toxicómano, falleció después de que una pandilla de adolescentes le propinara una paliza mientras dormía en los soportales de la parroquia San José de Getxo (Vizcaya).Aquella noche era sábado y los jóvenes aseguraron al juez tras su detención que habían estado bebiendo kalimotxo; una mezcla de vino y Coca-cola con la que se colocan muchos menores los fines de semana. Pendiente del informe definitivo, el fiscal acusa de asesinato a cuatro jóvenes, a uno de ellos, A.G.P., de 16 años, como autor.

Este tipo de muertes escandaliza a la sociedad y sorprende a la policía. "Pensábamos que los asesinatos de personas marginales no ocurrían en Euskadi. Parece que, desgraciadamente, empezamos a equipararnos con algunos sectores racistas europeos", reflexionan en la Ertzaintza.

SOS Racismo también se manifestó ayer en este sentido. "Hasta hace un tiempo era un fenómeno desconocido", señaló en un comunicado. El colectivo exigió que se investigue la implantación "de estas bandas nazis en nuestro entorno" y señaló que el último crimen, en Basurto, como el de Alejo,en Getxo, "se ceban en los más vulnerables".

Se da la circunstancia de que estas acciones violentas se suelen cometer los fines de semana. Los jóvenes salen por la noche con ánimo de divertirse. "De buscar sensaciones", y algunos las encuentran matando a los que viven en la calle, argumentan los mismos círculos policiales.

La Ertzaintza no ha recibido denuncias o avisos en relación con agresiones a indigentes. Sin embargo, Julio, un joven asturiano, que suele dormir en las calles de Bilbao, comentaba ayer que ha habido intentos de "prender fuego" a gente sin hogar que se protege de la noche junto a los cajeros. "Tenemos miedo. Quieren matarnos a los más desprotegidos, a los abandonados", se lamenta.