De la Rúa se proclama presidente de todos los argentinos al superar el 50% de los votos
Fernando de la Rúa, de 62 años, el candidato de la Alianza opositora, fue elegido ayer presidente de Argentina en las elecciones que ponen fin a un ciclo de 10 años de Gobiernos presididos por el peronista Carlos Menem. Los resultados provisionales dan una victoria inapelable de De la Rúa, con más del 50% de los votos, sobre el candidato del Partido Justicialista (PJ), Eduardo Duhalde, quien ronda el 30%. En la provincia de Buenos Aires, la de mayor importancia del país, la aliancista Graciela Fernández Meijide, se encontraba en el escrutinio oficial por detrás del peronista Carlos Ruckauf.
Los primeros datos oficiales en un lentísimo recuento, con apenas el 30% de los votos escrutados, confirman lo apuntado por las encuestas a pie de urna. De la Rúa consigue el 50,7% de los votos (cinco puntos más de los necesarios para resultar elegido presidente en la primera vuelta), frente al 35% de Duhalde. El tercero en discordia, Domingo Cavallo, el padre del milagro económico argentino, supera por siete décimas la barrera del 10%.Desde las seis de la tarde (once de la noche peninsular), cuando se difundieron los sondeos -en todos De la Rúa resulta vencedor por una diferencia superior a los 16 puntos-, empezaron a congregarse los seguidores de la Alianza en el centro de campaña para celebrar la victoria de De la Rúa. La euforia de los aliancistas que tomaron literalmente el centro de Buenos Aires contrastaba anoche con la imagen funeraria que reinaba en la sede del PJ. Duhalde tardó varias horas en admitir la derrota, repitiendo con voz monocorde "hay que esperar", cuando Menem ya había llamado por teléfono a De la Rúa para felicitarle por su victoria y para preparar la transición hasta el 10 de diciembre, fecha del traspaso de poderes.
Poco después de las nueve de la noche (hora local), Fernando de la Rúa, compareció ante sus seguidores en la sede electoral. Relajado, feliz y acompañado de su futuro vicepresidente, Carlos Chacho Álvarez, dijo. "Esperaba una declaración del justicialismo, pero como ésta no se produce y siendo tan clara la tendencia, vengo a saludarles como presidente electo". De la Rúa, que se declaró presidente de todos los argentinos, anunció que iba a poner en marcha una nueva política para favorecer la justicia. "Venimos a recuperar la dignidad de los argentinos", dijo entre vítores. "Vamos a terminar con toda forma de corrupción y cualquier manera de impunidad".
De la Rúa agradeció públicamente la vista de Ricardo Lagos, candidato socialista chileno, que el 12 de diciembre se puede convertier en el presidente de Chile.
El de ayer es, sin duda, el peor resultado del PJ en unas elecciones presidenciales. Esto, sin duda, tendrá consecuencias inmediatas en el futuro de los que han gobernado Argentina durante la última década. El senador Antonio Cafiero, dirigente histórico del peronismo, abogó por "una profunda renovación" y pidió que su partido ejerza "una oposición que busque la gobernabilidad".
Duhalde tiene todos los puntos para ser el primer damnificado y su penitencia inicial puede ser la pérdida de la presidencia transitoria del partido que le entregó el congreso del PJ de agosto pasado. Carlos Menem está más que preparado para recuperar ahora la dirección del partido, desde el que trabajará para lo que realmente le interesa: la campaña electoral del 2003, que es cuando por ley puede volver a presentarse a unas presidenciales.
Las cinco gobernadurías
Ayer también hubo elecciones para la gobernaciones de otras cinco provincias. En Chubut y en La Pampa, el PJ iba en cabeza, mientras que en Entre Ríos y Mendoza gana la Alianza. En la provincia de Jujuy no había datos oficiales al cierre de esta edición. Asimismo, se renovó la mitad de la Cámara de diputados, donde se produjo un avance de la Alianza de las mismas proporciones (16 diputados) que el retroceso del PJ. En las dos últimas elecciones el PJ se alzó con el triunfo con el 47,30% de los votos (1989) y el 43,02% (1995). La participación rondaba el 80%, según las primeras estimaciones. En los últimos comicios la abstención fue del 18%. Argentina registra tradicionalmente una alta participación -el voto es obligatorio- que ha superado el 80% desde 1946.
Veinticuatro millones de argentinos, dos millones de ellos jóvenes que votaban por primera vez, fueron convocados a las urnas. La jornada transcurrió bajo un clima primaveral y con leves incidentes, como la demora en la constitución de algunas mesas electorales o las denuncias de falta de papeletas.
El sábado, teórica jornada de reflexión, el todavía presidente Menem sorprendió una vez más en una conversación que mantuvo con la prensa en su residencia de Anillaco (La Rioja). "Llega la hora de ser oposición", dijo. Acertó.
Ruckauf, con ventaja en la 'batalla' de Buenos Aires
La pugna por la gobernaduría de Buenos Aires se presentaba esta madrugada muy reñida, con cambios en la cabeza, aunque con una tendencia en favor del candidato peronista Carlos Ruckauf. Con casi el 18% escrutado, Ruckauf conseguía el 47,6% frente al 44,2% de la aliancista Graciela Fernández Meijide, de 68 años. Ruckauf, figuraba en la lista del Partido Justicialista (PJ) y en las de Acción por la República, que encabeza Cavallo. Este factor ha podido ser determinante, aunque los expertos no descartaban anoche un nuevo vuelco durante el escrutnio.Los sondeos a pie de urna -que otorgaban una ajustada victoria a Meijide- mostraban un comportamiento desigual de los votantes de la provincia de Buenos Aires, según se tratara del primer cinturón, que agrupa a las localidades más próximas a la capital, o del segundo cinturón, donde se encuentran las zonas más depauperadas económicamente. En el primero, Fernández Meijide ganaba con un 49,3% de los votos, frente al 31,2% de Ruckauf. Lo mismo sucedía en los grandes centros urbanos del interior de la provincia, como Mar del Plata y Bahía Blanca. En cambio, en los distritos más pobres, el candidato justicialista aventajaba a su adversaria con un 52% frente al 37%.
Un fenómeno digno de mención es la victoria de la popular presentadora de televisión Lidia Satragno Pinky, que ganó la intendencia del distrito de la Matanza, feudo peronista habitado por cerca de un millón de personas. Pinky derrotaba al candidato del PJ Alberto Balestrini.
En los comicios presidenciales el comportamiento del electorado fue bastante similar en la capital argentina y en la provincia de Buenos Aires. En la primera, el 54,10% votó a Fernando de la Rúa, el 23,55% a Eduardo Duhalde, y el 15,27% a Cavallo. En la provincia, las estimaciones daban el 51,31% a la Alianza, el 40,15% al PJ y el 6,92% al partido de Cavallo.
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