Cuba recibe la primera visita de un gobernador de EE UU

Las difíciles relaciones políticas entre Estados Unidos y la Cuba de Fidel Castro experimentaron este fin de semana un giro sin precedentes con la llegada a la isla del gobernador de Illinois, George Ryan, quien declaró que el objetivo de su viaje era enviar un mensaje de "amistad y paz" y contribuir "a la construcción de puentes entre la gente e intercambiar ideas".La visita de Ryan es la primera de un gobernador estadounidense a la isla desde el triunfo de la revolución castrista. En La Habana ha sido interpretada como una "muestra del creciente interés de importantes sectores económicos de EEUU por normalizar las relaciones con Cuba y acabar con la política de embargo, que impide las relaciones comerciales entre empresas de ambos países", según explicó un funcionario del Gobierno.

Ryan, que pertenece al Partido Republicano, viajó a Cuba acompañado de una delegación compuesta por 48 personas, en la que hay legisladores de ambos partidos, líderes religiosos y presidentes de importantes empresas de alimentos y medicinas.

Durante su estancia de cinco días en la isla, Ryan verá hospitales y cooperativas agrígolas, visitará la finca La Vigía, donde vivió el escritor estadounidnete Ernest Hemingway, y sostendrá un encuentro con estudiantes en la Universidad de La Habana. Se da por descartado que durante su viaje se entrevistará, al menos una vez, con Fidel. También se reunirá con disidentes y representantes de la Iglesia, y realizará un donativo de un millón de dólares en material escolar, medicinas y alimentos.

Preocupación por Cuba

"Esperamos que este gesto humanitario demuestre cómo el pueblo de Illinois se preocupa por la gente de Cuba", dijo Ryan al pie de la escalerilla del avión, adonde acudieron a recibirle el sábado el presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón, y el alcalde de La Habana, Conrado Martínez Corona.

El gobernador mencionó a Abraham Lincoln en sus primeras palabras, calificándolo de "guardián de la libertad", y lo parafraseó para resumir el espíritu de su viaje: "No podemos escapar a la responsabilidad del mañana evadiéndola hoy. La probabilidad de que podamos equivocarnos no nos debe hacer abandonar una causa que creemos justa", dijo. Y sentenció: "Esas nobles palabras nos guiarán aquí".