El alijo de cocaína capturado confirma Bilbao como ruta alternativa de los "narcos"
El alijo de 1.094 kilos de cocaína incautado por la Guardia Civil en el Puerto de Bilbao, el mayor envío de esta sustancia intervenido en la comunidad autónoma, confirma que los narcotraficantes han elegido el País Vasco como puerta de entrada alternativa, para sortear la mayor vigilancia en Galicia y el sur de España. La operación ha permitido la detención en Madrid de los dos responsables de la organización, F. A., de 59 años, brasileño, y S. D. F., de 61, vecino de Vigo. Además, han sido arrestados otros cuatro traficantes: J. A. G. F., de 45 años, residente en Vigo, y los cuidadanos colombianos J. C. C., de 26 años, P. R. U., de 27, y J. R., de 35. El origen de los detenidos ilustra sobre las ramificaciones y las conexiones internacionales de la red que organizó el envío. No se descarta que pueda haber más detenciones en las próximas horas.El delegado del Gobierno en el País Vasco, Enrique Villar, acompañado del subdelegado en Vizcaya, Eugenio Burgos, y el teniente coronel de la 512 Comandancia de la Guardia Civil, Miguel Castro, expresó ayer su satisfacción por el éxito de la operación y resaltó que la cantidad incautada triplica casi el mayor alijo capturado en Euskadi hasta ahora, 435 kilos de heroína en 1997. Los expertos policiales empezaron hace meses a constatar que las redes de narcotraficantes elegían el País Vasco como punto intermedio de las rutas de distribución, y el puerto de Santurtzi como vía principal de entrada para la cocaína, escondida en contenedores de mercancías.
Esta última operación de la Guardia Civil, que ha actuado en conexión con equipos de Pontevedra y Madrid, lo ratifica. La droga decomisada, de gran pureza, habría alcanzado en el mercado un valor superior a los 10.000 millones de pesetas.
Un envío de café
Todo empezó hace dos semanas, cuando se descubrió la cocaína en el interior de un contenedor desembarcado en los muelles de Santurtzi. Oficialmente transportaba 233 sacos de café, de unos 50 kilos cada uno, pero en su interior, disimulados con plástico, había también 33 cajas de cartón que contenían mil paquetes con 1.094 kilos de cocaína en total. Ese contenedor formaba parte, junto a otros dos, de un envío de 900 sacos de café procedente de Brasil, que había llegado a través de un puerto europeo en un buque de carga con bandera de la isla caribeña de Antigua.
El primer contenedor tenía como destino una empresa de Vigo, por lo que se creyó que ése era el punto final de la droga. Después se comprobó que era la aduana de Abroñigal (Madrid). La droga quedó retenida en Bilbao y los contenedores fueron transportados por tren a Madrid, acompañados por varios guardias civiles de paisano.
Posteriormente, los tres contenedores fueron trasladados en camiones hasta una nave situada en un polígono industrial de la localidad madrileña de Arganda del Rey. Los presuntos narcotraficantes fueron detenidos el pasado martes, cuando se disponían a descargar los contenedores. Además de la cocaína, que será incinerada, también se decomisó el café, valorado en 18 millones, tres vehículos y casi dos millones de pesetas en efectivo.
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