La Kutxa, dispuesta a pagar 630 millones por la sala de exposiciones del Kursaal
La sala de exposiciones del Kursaal tiene un precio de partida: 630 millones de pesetas (3,7 millones de euros). Esta cifra está aún sujeta a pequeñas variaciones durante la negociación que han reabierto la Diputación de Guipúzcoa y el Ayuntamiento de San Sebastián con la Kutxa, si bien es una cantidad económica que podría contentar a todas las partes. La propuesta inicial presentada por la caja ascendía a 500 millones de pesetas (tres millones de euros), que las instituciones rechazaron de plano.
Los delegados del Consejo de Administración de la Sociedad Kursaal -que forman la Diputación guipuzcoana y el Ayuntamiento donostiarra- rechazaron de plano la oferta primera planteada por la Kutxa en la mesa de negociación. La cifra de 500 millones presentada en esa reunión por Jesús María Alkain, presidente de la Obra Social de la entidad financiera, obtuvo una rotunda negativa por respuesta porque suponía dar marcha atrás a la discusión económica y retroceder más de un año y medio en el tiempo.Lejos de consensuar la cantidad de 775 millones de pesetas (4,6 millones de euros) para cerrar la operación, como se barajó en las primeras rondas de la negociación -en abril del año pasado-, la Sociedad Kursaal y la Kutxa encontraron esta semana un punto intermedio para equilibrar el debate: 630 millones de pesetas (3,7 millones de euros), cantidad que es susceptible todavía de fluctuar levemente tanto al alza como a la baja. No obstante, según fuentes conocedoras de la entidad de ahorro guipuzcoana, este precio obtendría la aprobación del Consejo de Administración de la Kutxa y sería posteriormente respaldado por su asamblea.
Fin al divorcio
La Kutxa, que en el pasado ejercicio logró unos beneficios antes de impuestos de 30.049 millones de pesetas (180,5 millones de euros) y se mantiene entre las entidades más solventes de España, está ahora a la espera de las decisiones que adoptará la Sociedad Kursaal sobre el precio de venta de la sala de exposiciones del complejo cultural donostiarra.
El divorcio entre Kursaal y Kutxa puede darse por concluido si finalmente se sella el trato con una transacción próxima a los 630 millones de pesetas, una cifra que ya se puso sobre la mesa durante las conversaciones celebradas antes del verano del año pasado, cuando la Kutxa se plantó en su oferta de 500 millones.
A punto de amainar la tormenta, los responsables de la entidad financiera continúan estudiando los usos que se le dará a estas instalaciones. La Kutxa garantiza la celebración de una gran muestra de pintura durante el verano y completaría la programación del resto del año con otras expresiones artísticas, incluso con una exposición de fotografía de rango internacional.
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