Unas obras entorpecen la inauguración del Festival de Otoño de la Comunidad

Madrid - 23 oct 1999 - 00:00CEST

Las obras de reforma de algunas calles del centro de Madrid, financiadas con fondos de la Unión Europea, se han detenido estos días frente al acontecimiento cultural y escénico más importante de la región. El Festival de Otoño de Madrid, que se inaugura el lunes y durará más de un mes, con la visita de grandes creadores internacionales como Bob Wilson, Mijaíl Barishnikov, Peter Sellars, Hideaki Yogo, Fardi Paya, Lluís Pasqual, Pipo Delbono, Mario Gas, Giulia Lazzarini, Philipp Glass, Ohad Naharin, los británicos DV8 o Rodolfo Mederos, se ve gravemente afectado por las obras de la calle de la Paz, donde está situado el teatro Albéniz, escenario principal de esta muestra. Para la inauguración del Festival de Otoño, los coches no podrán pasar, coches que no sólo transportarán a diversas autoridades, sino a espectadores con problemas de movilidad o a los actores participantes en este espectáculo en el que, bajo la dirección de Mario Gas, está previsto que intervenga medio centenar de actores. Todos ellos, Pilar Bardem, Nati Mistral, Núria Espert, José Luis Gómez, Ángela Molina, Marisa Paredes, José María Pou, Berta Riaza, Joan Manuel Serrat o María Jesús Valdés, entre otros, tendrán que acceder con las mismas dificultades que puede ofrecer cualquier teatro de Sarajevo, aunque lleguen cargados con sus trajes y neceseres. Alicia Moreno, consejera de Cultura y responsable de la programación de este festival, habló con los dirigentes municipales hace un mes para transmitirles su profunda preocupación por esta circunstancia. Teresa Vico, directora del teatro Albéniz, está en contacto con la Empresa Municipal de la Vivienda para tratar de resolver la situación.

"Transmitiremos una imagen de caos", se lamenta la Comunidad

La directora del teatro Albéniz sólo pudo tratar sobre las obras cuando éstas ya habían empezado. Nadie avisó antes. Hasta ahora, sólo ha podido dar su opinión y cruzar impresiones con el fin de que las obras tengan en cuenta las necesidades del teatro. Un portavoz municipal aseguró que en todo momento habían hablado con la directora del Albéniz y que nadie les alertó sobre la posibilidad de aplazar las obras por el comienzo del Festival de Otoño.Ayer se colocaron unos bordillos en la esquina del teatro Albéniz que dificultarán el giro a los grandes camiones que se utilizan en los transportes escénicos. Si existieran problemas de montaje y desmontaje de los espectáculos peligraría el estreno de la programación anunciada.

El director de Cultura de la Consejería de Cultura, Manuel Aguilar, considera que tal y como están las cosas, sin que empeoren y en el caso de que puedan pasar los grandes camiones contratados por las distintas compañías, el Festival de Otoño ya está sufriendo un trastorno tremendo.

"Es incomprensible que decidan levantar esta calle en las fechas peores de todo el año; no se pueden imaginar lo que supone y la imagen de caos que vamos a transmitir internacionalmente, ya que las compañías afectadas son extranjeras, acostumbradas a que estas cosas no pasen, ya que conocen eso que se llama previsión", se lamenta Aguilar.

En el Ayuntamiento de Madrid recuerdan que se trata de obras programadas hace mucho tiempo y pertenecientes al plan de itinerarios de teatro.

Este programa urbanístico pretende recuperar las deterioradas calles del distrito Centro de Madrid donde están situados muchos de los grandes teatros de la capital.

Las obras municipales financiadas con dinero europeo consisten en la eliminación de plazas de aparcamiento, la apertura de nuevos espacios para el peatón y la instalación de decenas de bolardos colocados estratégicamente para evitar que los coches acaben invadiendo las aceras y aparcando en las esquinas.

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