El Consell ejecutó poco más de la mitad de las inversiones previstas para 1998
El escenario que dibujan los presupuestos recoge todo tipo de ficciones. El primer avance de las cuentas del año 2000 coincide con la supervisión detallada de la ejecución de las previsiones establecidas para 1998, recogidas en las Cuenta General de la Generalitat que obra en poder de la Sindicatura de Comptes.El presupuesto definitivo del ejercicio de 1998 alcanzó un total de 1.134.358 millones de pesetas una vez incorporadas todas las modificaciones introducidas a lo largo del año, 90.000 millones más de la cantidad aprobada por las Cortes a finales de 1997.
Un somero repaso al presupuesto de gastos pone en evidencia las dificultades de la Administración para culminar sus propios objetivos de inversión. Las inversiones reales previstas por la Generalitat para 1998 ascendían a 110.906 millones en el presupuesto definitivo. Pero sólo se realizaron pagos efectivos por valor de 61.815 millones, menos del 64% de lo previsto.
Los fondos que la Generalitat destina a inversiones reales ejecutadas por otras administraciones corrieron todavía peor suerte. Las transferencias de capital que recogía el presupuesto definitivo rondaron los 100.000 millones, pero sólo se realizaron pagos por un total de 50.000 millones, exactamente la mitad de lo previsto.
Otras partidas, como los gastos de personal correspondientes a la nómina de los empleados públicos, se ajustaron mucho más a la realidad. Pero el capítulo que más se ajustó a las previsiones definitivas es el correspondiente al pago de intereses de la deuda, que fue ejecutado en su totalidad. Los acreedores no perdonan.
Vicente Rambla, consejero de Economía y Hacienda, afirmó ayer que los recortes de inversiones aprobados por el Consell para 1999 el pasado 16 de agosto, y que Eduardo Zaplana cifró en 29.000 millones, permiten atender las obligaciones de gasto que se arrastraban desde el ejercicio anterior.
Otro capítulo corresponde al efectivo ingreso de las partidas consideradas pendientes de cobro por la Generalitat. Rambla se limitó a comentar ayer que no se pueden hacer cortes arbitrarios a lo largo del ejercicio para estimar el montante de las facturas pendientes y pidió que sólo se consideren ejercicios cerrados.
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