Nueva York, a ritmo de salsa
Las estrellas de Fania se reúnen para recordar a Jerry Masucci y Héctor Lavoe
La ciudad se mueve a ritmo latino. Los cantantes puertorriqueños y dominicanos abarrotan el Madison Square Garden. Y hoy, en el santuario de los Nicks de Nueva York, las Estrellas de Fania al completo ofrecen un espectáculo titulado What legends are made of. Celia Cruz, Ray Barretto, Papo Lucca, Cheo Feliciano, Larry Harlow, Adalberto Santiago, Ismael Miranda y hasta Rubén Blades y Willie Colón rendirán tributo a Jerry Masucci, fundador hace 35 años, junto a Johnny Pacheco, del célebre sello discográfico, y un homenaje al legendario cantante Héctor Lavoe, cuya biografía ha dado pie a uno de los éxitos de la temporada teatral en el Off-Broadway: el musical en español ¿Quién mató a Héctor Lavoe?Los latinos son casi el 20% de la población de Manhattan, Queens, Brooklyn, Staten Island y el Bronx: unos dos millones y medio. Y el idioma español se escucha en cualquier esquina. El semanario New York salió a la venta el pasado 6 de septiembre con su cabecera en castellano y un reportaje de 27 páginas titulado The latin explosion. Rubén Blades, en una entrevista para la revista Rhythm, dice que "el problema al intentar definir la cultura latina es que se pone un énfasis enorme en la raza, como si los latinos fueran una raza. Cuando se habla de latinoamericanos, se está hablando de una unidad cultural". Hay diferentes nacionalidades, todo tipo de tonalidades de piel y diversos grados de asimilación. El popular cantante Marc Anthony acaba de publicar el disco I need to know, y lo ha hecho con canciones en inglés. "Me crié bilingüe y me siento cómodo en los dos idiomas", declaró al diario Hoy. En el Madison Square Garden se celebró en septiembre el 24º festival de salsa que organiza cada año Ralph Mercado. Con todo el papel vendido: 20.000 espectadores. Banderas dominicanas y puertorriqueñas: son los amos. Y las ovaciones certifican que están pegaos (tienen mucho éxito) Elvis Crespo, Tito Nieves -el Pavarotti de la salsa- y DLG (Dark Latin Groove).
El Puerto Rican Traveling Theater, de la calle 47, ha vuelto a prorrogar el musical ¿Quién mató a Héctor Lavoe?, uno de los éxitos de la temporada en el Off-Broadway. Escenas de la vida de El Cantante: la muerte de su hijo de un disparo, las drogas, la caída desde el noveno piso de un hotel... Domingo Quiñones canta números como Periódico de ayer o Mi gente. El público ríe cuando le oye decir desde la tarima "cogí el avión pa´l pueblo más grande de Puerto Rico, pa´ Nueva York". Y Johnny Pacheco afirma: "Domingo me asustó. Suena como Héctor cuando quiere y mueve sus manos como lo hacía él".
Los músicos cubanos llegan desde la isla sin que nadie ponga el grito en el cielo: Nueva York no es Miami. Pablo Milanés actuó hace unas semanas en el United Palace Theater; Compay Segundo lo hará el 3 de noviembre en el Ayuntamiento; el pianista Frank Emilio estará en enero en el Lincoln Center; Ibrahim Ferrer y Rubén González se presentarán en febrero y ya no quedan entradas. Un mítico club de jazz, el Birdland, acoge todos los domingos por la noche, y desde hace dos años, a la orquesta de Chico O´Farrill.
Un sitio para Fidel
En el Jimmy"s Bronx Cafe, en el barrio de nombre amenazador -muchas películas lo pintan como la antesala del infierno-, se puede coincidir incluso con Fidel Castro. Allí comió cuando el alcalde Giuliani le hizo el feo de no invitarle a la cena oficial con los demás jefes de Estado que asistían a la Asamblea de las Naciones Unidas. Jimmy Rodríguez, Jr. le recibió encantado en su restaurante-discoteca, que se anuncia como "la casa del latino en Nueva York", y de cuyas paredes cuelgan fotos del dueño en compañía de John Leguizamo, Edward James Olmos, Rosie Pérez, Ice T..., y hasta con el presidente Clinton. Los locales se anuncian en fliers (hojitas publicitarias) que se reparten por la ciudad. Especifican la edad mínima exigida -21años las damas y 23 los caballeros- y que hay que ir bien vestido. Copacabana, con actuaciones en directo, es el templo de la música latina. Está abierto de 18.00 a 4.30 para un aforo de 2.000 personas. Heredero del Palladium, mantiene viva la tradición de los hispanos de salir a bailar. Por ahí anda Jessie Ramírez, que, en su columna de los viernes en La Prensa, se define como los ojos y oídos de la farándula y lanza la consigna "a rumbiar se ha dicho". Para Richie Bonilla, que lleva 37 años en el negocio y fue representante de Willie Colón y Héctor Lavoe cuando éstos empezaban, "la diferencia es que antes todo el mundo bailaba el mambo: judíos, italianos, morenos... Ahora, si encuentras a uno bailando salsa, tiene 50 años".
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