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Sanlúcar

NEGRITASANTONIO HERNÁNDEZ-RODICIOEn la increíble y triste historia del cándido Rafael García Raposo y su propuesta desalmada, sólo falta que el concejal del PP Manuel Ramírez lo denuncie por incumplimiento de contrato. Al fin y al cabo le prometía un puesto de trabajo y ha incumplido; un dinero que no ha cobrado y un buen puesto en la lista del PSOE para las municipales del 2.003. Esto último sí que ha causado perplejidad en círculos políticos. Porque prometer un trabajo o 50 millones de pesetas tiene un pase, pero lo que es un buen puesto en una lista del PSOE, así tan sencillo, sin pugna interna ni zancadillas, sin la bendición superior....eso sí que denota ingenuidad.

Claro que algo ha quedado claro en este asunto: el ex secretario de organización del PSOE no se ha leído en la vida ni un mal Mortadelo y Filemón, ni siquiera ha visto alguna película de espías de serie B. Aunque los que lo conocen ponen en duda que quien es presuntamente el principal implicado haya actuado así, como un mal remedo de Anacleto, agente secreto. Otros se han llevado una sorpresa mayúscula al reconocerlo en las fotos como al Hermano Rafael, aquel docente que en la década de los sesenta lucía babero y sotana de las Escuelas Cristianas y que después militó en el PSA. Memoria selectiva, le llaman.

En esta opereta, en la que un secretario socialista cruza las calles de Chipiona con un montón de kilos de papel moneda, los mismos que al día siguiente entregaba al fedatario el secretario general del PP andaluz, Antonio Sanz, en una bolsa sobre la barra de un bar mientras esperaban junto a la notaría, aparecen en escena, como debe ser, un notario y una duquesa. El primero, de domingo y sin llave de una caja fuerte donde guardar el dinero; la segunda, única noble de izquierdas conocida, Isabel Álvarez de Toledo, duquesa de Medina Sidonia, que envía una carta al concejal del PP, el ya célebre Cunete. "He vuelto a estar orgullosa de sentirme sanluqueña", viene a decirle, entre legajos que explican la historia de Europa, aplaudiendo su conducta.

Mala suerte ha tenido Sanlúcar de Barrameda, hermosa población donde las haya. Y mala suerte han tenido los sanluqueños. Sobre todo los 150 que se han intoxicado con una salmonella durante la cena ofrecida en una boda esta semana. Y aunque Agustín Cuevas ya no es alcalde, seguro que ha tenido algo que ver. Con lo de la boda.

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