¿Qué defendemos, la enseñanza o el horario?
Me gustaría manifestar mi descontento con todo lo que está ocurriendo en Alcalá respecto a la petición reiterada, por parte de algunos padres, de la jornada continuada. Lo desmedido de sus actuaciones. La utilización incesante de sus propios hijos para conseguir un fin que seguramente no beneficiará a los niños. La intervención solapada del profesorado dejando de dar temario en las jornadas de protesta. El no tener en cuenta los resultados de votaciones (sondeos en un principio) quecomoen el colegio Ciudad del Aire (en dos años consecutivos) no han conseguido el 80% exigible para su implantación. Lo irregular de dichas votaciones -el voto no era secreto, lo llevaban los niños en mano a los profesores-; el director manipuló la poca información que se dio sobre la implantación de la jornada continuada; en las reuniones donde se hablaba del tema, parte del profesorado y él mismo informaban sólo de las ventajas del cambio de horario.¿Cómo es posible que la FAPA de Alcalá haya dedicado todo su esfuerzo y tiempo (sin precedentes) a defender con "el todo vale" un único objetivo como es la jornada continuada, discriminando a los padres que tenemos otro criterio (que no somos pocos), ignorando problemas tan graves y urgentes como el incumplimiento del horario lectivo establecido para los alumnos de 1º y 2º de la ESO (hay centros en los que se pierde una hora lectiva diaria, con todo lo que esto comporta); las horas lectivas al año de nuestros escolares son significativamente inferiores a las de la mayoría de países europeos con los que nos queremos equiparar en muchos otros sectores; los medios materiales, humanos y económicos siguen siendo insuficientes en nuestros colegios, etcétera.
Hay muchas cosas que analizar, mejorar e incluso cambiar, entre las que no creo se encuentre la implantación ("por narices") de la jornada continuada. Mientras tanto, hay niños a los que se les está negando el derecho de acudir al colegio para reivindicar una jornada que, no lo dudo, será mejor para sus profesores, pero (estoy realmente convencida) no para ellos.
Por si fuera poco, ahora se reúnen y manifiestan con los representantes sindicales del profesorado. ¿Es que ahora las asociaciones de padres son las encargadas de llevar a buen puerto las negociaciones para mejorar (aún más) la jornada laboral de los docentes? Está claro quién generó todo este conflicto, ¿no?
Somos muchos los padres que no podemos dedicarnos a hacer "contramanifestaciones", pero no por eso "pasamos" del tema, sino que creemos que los cambios en este sentido, si es que son necesarios, se deben hacer por otras vías y en otras instancias.- . .
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