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ELECCIONES CATALANAS

Maragall propone la formación de un Gobierno cuatripartito que excluiría a los populares

Enric Company

Pasqual Maragall se afirmó ayer en su condición de candidato más votado en las elecciones del domingo y se declaró dispuesto a ofrecer fórmulas de gobierno cuando el futuro presidente del Parlamento catalán lleve a cabo las consultas. Los socialistas creen que Maragall tiene una legitimidad indiscutible para considerarse ganador de las elecciones porque recibió más votos que Jordi Pujol. Esta interpretación choca frontalmente con la que hacen CiU y PP, pero no con la que hace ERC, cuyos dirigentes calificaron ayer los resultados del domingo como un empate técnico: más votos para Maragall, más diputados para Pujol. El Secretariado del PSC avanzó ayer que su propuesta será un Gobierno cuatripartito: PSC, CiU, ERC e IC.

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Precisamente porque CiU y el PP aparentaban ayer no haberse dado cuenta de que Maragall fue el candidato que recibió más votos, los socialistas están decididos a recordárselo tantas veces como haga falta. Hasta que adquieran consciencia de que ésa es la situación política surgida de las urnas. Decidieron correr el riesgo de que sus adversarios les acusen de tener una pataleta, como ya han comenzado a hacer. Pero ellos destacaban ayer que no existen precedentes en España de una discordancia entre partidos con más votos y partidos con más escaños, de manera que Maragall ha decidido defender su legitimidad para, por lo menos, proponer fórmulas de gobierno.En una comparecencia a media tarde en la sede de Ciutadans pel Canvi, Maragall fijó su posición de forma clara y tajante, mediante una declaración escrita a la que calificó como "solemne". Señaló en primer lugar, que "la candidatura del cambio" ganó las elecciones y eso significa que los ciudadanos catalanes "votaron a favor de un cambio de gobierno", que este deseo se materializó en un número de votos "considerablemente superior" para las listas del PSC-Ciutadans pel Canvi-Iniciativa per Catalunya sobre la de CiU, que encabezaba Pujol y que fue la segunda más votada, y que, en consecuencia, considera que ha obtenido "un mandato de los ciudadanos de Cataluña para proponer a la aprobación del Parlament un nuevo gobierno".

Disponibilidad

La declaración finaliza expresando la "absoluta disponibilidad para ofrecer propuestas constructivas de gobierno en el momento en que, en mi condición de líder de la fuerza más votada, sea convocado por el presidente del Parlament".

Lo que Maragall planteó en términos genéricos lo concretó por la noche el Secretariado del PSC en su primera reunión tras las elecciones. La dirección socialista decidió no aceptar la fórmula de gobierno tripartito con CiU, PSC y ERC lanzada por los republicanos, pero propuso otra casi idéntica consistente en convertirla en cuatripartito, añadiéndole a Iniciativa per Catalunya.

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La pretensión de los socialistas es que ese gobierno, que dejaría fuera sólo al PP, fuera presidido por Maragall. Es su manera de hacer frente a la perspectiva de pacto CiU-PP que Pujol está abriendo. "Cataluña no se merece quedar en manos de un gobierno débil y prisionero del PP", dijo uno de los miembros del Secretariado, Josep Maria Carbonell.

La "agonía" de Pujol

Esta toma de posición es sólo una muestra de lo que va a ser lo que los socialistas definían ayer como "la etapa de la agonía de Pujol" y como "un final de régimen". Su objetivo es conseguir que esta etapa se caracterice por la "visualización" de una alternativa tan consistente que incluso ya ha obtenido más votos que Pujol. "Lo que empieza a discutirse ahora es si Maragall es presidente dentro de dos años o dentro de cuatro", sentenció uno de ellos, José Zaragoza.

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