El sector agroalimentario genera un superávit en la balanza comercial y supone el 43% de exportaciones

Casi la mitad de lo que Andalucía vende en el extranjero proviene del campo. El Informe Anual del Sector Agrario de 1998 refleja que de 1,3 billones aportados por las exportaciones de la región, 582.684 millones (43,51%) procedieron de la venta de productos agroalimentarios, cifra que supuso un crecimiento de cuatro puntos con respecto a 1997 (39,27%). Las ventas de frutas y hortalizas y aceite fueron las que más tiraron del crecimiento de la balanza comercial, cuyo superávit se multiplicó por siete en dos años al pasar de 18.821 millones en 1996 a 137.969 en 1998.

Los datos reflejan que en ese bienio la diferencia entre exportaciones e importaciones totales -favorable a Andalucía- creció en 119.148 millones, de los cuales casi 100.000 millones correspondieron al sector agroalimentario. El estudio elaborado por Analistas Económicos de Andalucía (el servicio de estudios de Unicaja) para la Junta hace una buena síntesis de la situación del sector. Durante el año pasado, las exportaciones agroalimentarias ascendieron a 582.684 millones y las importaciones a 209.849 millones, lo que situó el superávit del campo andaluz en 372.835 millones, un 2% por encima que el de 1997. Según el informe, el aumento se debió al crecimiento de las exportaciones (0,73%) y al descenso de las importaciones (1,42%). "La mejora de la economía andaluza y de la competitividad de las empresas del sector, la búsqueda de mercados menos maduros, el esfuerzo que se está realizando para promocionar los productos de la región y la normalidad de las cosechas son los factores explicativos de este mejor comportamiento de las exportaciones de los productos agroalimentarios", explica el trabajo. Mientras estas ventas pasaron de ser el 41,65% de las exportaciones totales en 1996 al 43,51% en 1998; en el mismo período las importaciones agroalimentarias sufrieron un leve descenso ya que hace tres años suponían el 18,20% del total y el año pasado bajaron al 17,47%.

Destino

En cuanto al destino de los productos andaluces, la tendencia no varía. Los países de la Unión Europa concentraron la mayor parte de la demanda (81%): Alemania (18%), Francia (17%), Italia (11%), Reino Unido (10%), Países Bajos (10%), Portugal (9%) y resto de la UE (6%). El informe justifica que sean los mercados europeos los que absorban más de las tres cuartas partes de exportaciones en la proximidad geográfica y en la similitud de hábitos de consumo.

La composición de las ventas en el extranjero confirman el peso de las frutas y hortalizas y del aceite de oliva en la economía andaluza. El 60% de las exportaciones agroalimentarias correspondió a productos vegetales, el 19% a grasas y aceites, el 17% a bebidas y tabaco y el 4% a alimentos vivos.

Por provincias, Almería y Sevilla fueron las más exportadoras: acapararon en torno al 50% de las ventas. Jaén y Málaga se situaron en el otro extremo, con una representación cercana al 5%. Aunque las exportaciones agroalimentarias en su conjunto crecieron un 0,73%, disminuyeron en todas las provincias a excepción de Huelva y Almería.

El peso de la huerta almeriense se hace sentir también en la producción final agraria (PFA). Almería es la provincia que mayor aportación realiza con un 25% del total andaluz, seguida de Sevilla (14,66%), Jaén (14,38%) y Córdoba (11,89%). El aceite y las frutas y hortalizas son -al igual que en las ventas al extranjero- los productos que mayor incidencia tienen en la PFA. Pero mientras en las exportaciones los vegetales suponen el 60% y el aceite el 19%; en la producción final agraria, las hortalizas y los frutales representan el 36% y el aceite el 35%.

Frente a estos apartados, que son los que más contribuyen al saldo positivo de la balanza comercial global de Andalucía, se sitúan los productos ganaderos con un claro déficit: -20.709 millones en 1996, -22.520 en 1997 y -27.552 millones en 1998. Estos productos son los únicos del saldo comercial con resultado negativo.

Y un último dato. El aceite de oliva, que representa poco más de la tercera parte de la producción final agraria, se llevó casi la mitad (111.184 millones) de los 251.689 millones de las ayudas comunitarias del Feoga garantía de 1998. Por contra, las hortalizas (33%) y los frutales (3%), que suponen otro tercio de la PFA, apenas percibieron 5.698 millones, el 2,26% de las subvenciones liquidadas entre el 1 de enero y el 31 de diciembre del año pasado. Desde la Consejería se hace hincapié en que los 2,5 billones aportados por el sector agrario a la economía regional son superiores a los ingresos generados por el turismo y que además contribuyen a la cohesión social porque es una riqueza muy repartida por todo el territorio andaluz.