El Tribunal Supremo ruso impide a Exxon verter residuos al Ártico

El Tribunal Supremo ruso ha anulado un decreto, firmado por el ex primer ministro ruso Serguéi Stepashin, que autorizaba el vertido de residuos tóxicos en las costas del Ártico oriental ruso desde las prospecciones petrolíferas que hay desplegadas en esta remota zona de los mares de Okhotsk y Bering. El decreto eximía a las instalaciones de la compañía norteamericana Exxon en el pozo Sakhashin 1 del cumplimiento de las leyes medioambientales rusas, que prohíben estos vertidos.

La decisión del Supremo da la razón al recurso promovido por el Instituto Ecojurist en representación de ONG, poblaciones indígenas de la región y otros colectivos de toda Rusia. El fallo señala que las leyes rusas obligan a que cualquier actividad sea sometida a evaluación de impacto ambiental siempre que exista el riesgo de que cause algún daño al medio ambiente.La sentencia, emitida el pasado día 12, establece que la autorización para arrojar aguas residuales y desechos de prospecciones en lugares donde existen bancos de peces en la Federación Rusa implica una amenaza o daño irreversible al medio ambiente y perjuicios económicos al país y sus habitantes.

Para el presidente de Ecojurist, Vera Mischenko, la resolución judicial supone un paso crucial en la defensa y protección de la frágil flora y fauna del mar de Okhotsk, y demuestra la creciente independencia de la judicatura y su implicación en la protección de los derechos democráticos.

Exxon suspendió su plan de prospecciones para 1999 cuando Ecojurist presentó el recurso el pasado mes de agosto, pero la compañía ha anunciado que solicitará un nuevo permiso para el verano del año 2000.

Declaración de impacto

El caso salió a la luz en mayo, cuando Exxon y sus socios no recibieron el visto bueno a su estudio de impacto ambiental sobre las prospecciones del proyecto Sakhalin 1. La declaración de impacto ambiental emitida por el Comité Estatal de Medio Ambiente observó que las descargas de residuos procedentes de las prospecciones violaban las leyes rusas.

El 15 de julio pasado, el último día de su mandato como primer ministro ruso, Stepashin aprobó un decreto que autorizaba a Exxon lo que las leyes rusas no permitían. Ecojurist presentó un recurso contra ese decreto el 16 de agosto, que obtuvo luego el respaldo de Tamara Zlotnikova, presidenta de la Comisión de Medio Ambiente de la Duma (Parlamento), e Iván Blokov, de Greenpeace, así como del fiscal general de Rusia.

El fallo afecta a la compañía Exxon Ventures, filial dedicada a la exploración de gas y petróleo en la antigua Unión Soviética, y a Exxon Neftegas Limited, operadora del consorcio Sakhalin 1. Exxon Neftegas incluye dos compañías rusas y otra japonesa. Entre ellas dirigen un programa de prospecciones de más de 200 millones de dólares (unos 36.000 millones de pesetas) en varias zonas costeras rusas sobre el océano Pacífico. Estas firmas han ejercido presiones para que se les exima del cumplimiento de las leyes medioambientales rusas, según Ecojurist.