'Ringu', un modesto filme de fantasmas japonés, gana el festival

El jurado se las ingenió para contentar a casi todos. Ringu, modesto filme de fantasmas de Hideo Nakata, se alzó con el premio a la mejor película en la 32ª edición del Festival de Cine de Sitges, mientras que, en este caso más incomprensiblemente, uno de sus técnicos, Hajime Matsumoto, obtenía el premio a los mejores efectos visuales por su discreto trabajo en la cinta. A la rigurosa y al tiempo inspirada película británica Simon Magus le tocaron dos premios mayores, el de mejor director, para Ben Hopkins, y el de mejor actor, para su protagonista, Noah Taylor.La película catalana Los sin nombre, de Jaume Balagueró, obtuvo dos galardones: el de interpretación femenina, para la excelente actriz teatral Emma Vilarasau, que parece haber encontrado por fin un papel de lucimiento en el cine que se le negaba hasta ahora, y el que premia a su fotógrafo, Xavi Giménez, en este caso compartido con Yujiro Yajima, el operador de otro discreto filme japonés, Samurai fiction.

Si poco hay que decir de estos galardones, mucho hay que protestar, en cambio, por el concedido al mejor guión, que fue a parar al director y guionista Fran-çois Ozon por su trabajo en la insufrible Les amants criminels. El jurado concedió igualmente una culpabilizada mención especial a The Blair witch project "por haber vigorizado el cine fantástico independiente", mención que no hace justicia al inteligente filme de Daniel Myrick y Eduardo Sánchez, bastante más interesante que varias de las películas finalmente premiadas. El galardón que concede la crítica catalana recayó en la excelente Monos como Becky, de Joaquín Jordá, una novedosa propuesta documental sobre la normalidad y la locura. El premio del público fue para la simpática La fortuna de vivir, de Jean Becker, una nostálgica y noble reivindicación de la memoria popular ambientada en la Francia de entreguerras.

La proyección de la excelente El caso Winslow, la última película de David Mamet, y la ceremonia de entrega de premios clausuró ayer Sitges 99.