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La equidistancia en el alero

Josep Lluís Carod Rovira tiende la mano a Jordi Pujol. En la recta final de la campaña electoral, el candidato de Esquerra Republicana (ERC) a la presidencia de la Generalitat ha dado un paso más. Tras haber dado como ganador de las elecciones del 17-O, hace unos días, a Jordi Pujol ahora afirma que estaría "dispuesto a formar gobierno con Pujol, aunque CiU mantenga su pacto con el PP en Madrid".En pocos días, Carod ha reconocido su fe en la victoria de Pujol y ha proclamado que ERC puede entrar en un pacto de gobierno con CiU.

La exclusión del PP en cualquier escenario posible posterior al 17 de octubre -bandera electoral de ERC- encuentra por lo visto una excepción notable: ERC asegura que puede formar parte de un gobierno con Pujol o con Maragall, siempre que CiU o el PSOE no hagan una política española que lesione los intereses de Cataluña.

Al afirmar que aceptaría un posible acuerdo de gobierno con CiU pese a que los nacionalistas mantengan su apoyo al PP, Carod ha puesto en entredicho la equidistancia respecto a Pujol y Maragall; es decir, ha roto con uno de los elementos sustanciales de la campaña de ERC.

Esquerra ha venido repitiendo a lo largo de la campaña estos dos principios: la equidistancia respecto a CiU y el PSC y la exclusión del PP, partido cuya presencia en un posible Gobierno -no importa si de Pujol o de Maragall- significaría la inmediata renuncia a pactar por parte del partido republicano.

En las dos últimas jornadas de campaña, ERC ha acentuado el segundo aspecto al presentar por escrito su propuesta de exclusión del PP al Síndic de Greuges y cerrando el compromiso que evitará cualquier tentación de fraude electoral. Pero al afirmar que su compromiso con los votantes tenía relieve de acta notarial, Carod añadió que, en cualquier caso, se "trata de un compromiso en clave catalana y que no afecta por tanto a los pactos que puedan realizarse en Madrid". El candidato republicano añadió: "Los pactos de los nacionalistas con el PP en Madrid no facilitan, pero tampoco impiden, un acuerdo entre ERC y CiU".

Carod ha abierto la puerta a la participación de su partido en un Gobierno de CiU a pesar de que Pujol siga dando apoyo parlamentario en el Congreso de los Diputados al Ejecutivo del PP.

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El líder republicano evitó ayer repetir su declaración del día anterior y dedicó una buena parte de su jornada electoral a reclamar un sistema de financiación definitivo para Cataluña basado en el concierto económico. Carod eludió de forma consciente hablar del horizonte de los pactos poselectorales y trató de evitar los efectos de la tensión que ha creado en el seno de ERC su propuesta de cuestionar la equidistancia y avanzar un acuerdo con CiU.

El portavoz de ERC manifestó en Girona que "resultaría muy dificil de articular la entrada de ERC en el Ejecutivo de la Generalitat si su socio potencial, CiU o el PSC, mantiene una política de alianzas en Madrid", informa Gerard Bagué.

El mismo portavoz aseguró que, de forma oficial, Carod no había expresado claramente el deseo de una alianza con Pujol y dejó claro que exponía la opinión mayoritaria en su partido al decir: "Resulta muy dificil la entrada de ERC en un Gobierno catalán comprometido en pactos y alianzas estratégicas con el Gobierno de Madrid".

El anuncio del fin de la equidistancia planteado por Carod ha provocado, sin duda, la reacción de las bases de este partido.

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