La NASA admite que no encontró rastro alguno de agua en la Luna
Dos meses y medio después de enviar a su destrucción a la nave Lunar Prospector, haciéndola estrellarse en la superficie lunar, la NASA reconoció ayer que esta operación no ha proporcionado rastro alguno del agua que supuestamente almacena el satélite de la Tierra. Por primera vez desde que los datos enviados por la misma sonda en marzo de 1998 fueron interpretados como indicadores de la existencia de agua en cráteres en permanente sombra en los polos lunares, la NASA admite que es posible que la hipótesis sea incorrecta. El hidrógeno detectado indirectamente por la Lunar Prospector podría ser simplemente eso, hidrógeno puro, y no componente del agua. Desde el 31 de julio, cuando se produjo el impacto de la nave sobre un cráter lunar especialmente elegido, los científicos han estado analizando los datos obtenidos por numerosos telescopios apuntados hacia la zona en aquel momento. Se utilizaron espectrómetros muy sensibles para detectar las líneas de emisión de las moléculas de hidroxilo (OH), que serían un subproducto de las rocas y el polvo helados que sufrieron el impacto.
Los datos fueron comunicados ayer por los científicos del proyecto en la reunión de Sociedad Americana de Astronomía que se celebra en Padua (Italia). Se resistieron a descartar otras posibles razones para la ausencia de indicios de agua, y señalaron ayer que también es posible que la nave no se estrellara en el lugar correcto; que el agua se encuentre en forma de mineral hidratado y no como cristales de hielo, siendo el impacto insuficiente para delatarla, o que los telescopios no se apuntaron correctamente, a pesar de que fueron muchos los que participaron.
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