Ellas cortan el bacalao

Que el kilo de morralla se subastase en la lonja a 60 pesetas y se vendiese después en los puestos cercanos a 600 era para muchos algo más que un abuso. Para los pescadores y armadores, porque veían un desfase injustificado entre lo que obtenían por sus capturas y lo que se pagaba en el mercado. También para los clientes y futuros comensales, quienes han podido comprobar cómo se inflaban los precios en pocos minutos: los transcurridos desde que se realizaba la subasta hasta que el producto se ponía a la venta apenas unos 100 metros más allá.Con la intención de evitar estos desajustes ha nacido el Mercat de Peix de Dénia. Lo ha puesto en marcha la Cofradía de Pescadores, a través de una empresa con marca propia (Pòsit de Dénia) y ha conseguido que en algunos casos los precios de la competencia se ajusten en mayor medida a los de la subasta. La experiencia va más allá del mero hecho regulador de los precios de mercado: la Cofradía se plantea crear una cultura real de consumo de pescado en una ciudad que ha vivido siempre ligada al mar. Pero ahí no acaba todo. Aquí, en el Mercat de Peix, quienes cortan el bacalao son ellas, las mujeres. Doce empleadas del Pòsit de Dénia llevan el control de las ventas y son quienes dan vida al mercado. Todas tienen nociones de biología, medioambientales, de higiene alimentaria, sobre el despiece y limpieza del pescado y su preparación.

Formaban parte de un grupo más amplio creado a la sombra del programa europeo Donademar, que impulsó la Cofradía junto a otros organismos para facilitar la inserción laboral de las mujeres de familias pescadoras. La intención era poner a su alcance la formación suficiente para que pudiesen alimentar una parte de la economía familiar. Doce ya lo hacen. El resto seguirán otras acciones formativas encaminadas a la puesta en marcha de nuevos proyectos. Es el caso del montaje de una empresa de transformación y comercialización de productos del mar (como el pulpo seco o los salazones), cuyo estudio de viabilidad ha sido encargado a la Universidad de Alicante.

Ellas juegan un papel destacado a la hora de conseguir que el cliente haga "una elección sana, natural y económica", como pretende el presidente de la Cofradía de Dénia, Juanjo Camarena. Para Camarena es fundamental que el cliente se habitúe a comprar el pescado de temporada y descubra especies que por no tener apenas salida en el mercado no dejan de ser igual o más sabrosas que otras por las que se pagan precios desorbitados. Con la intención de facilitar este acercamiento a especies de las que en ocasiones se devuelven cajas y cajas al mar por no encontrar salida, el Mercat de Peix se ha completado con unos paneles interactivos en cinco idiomas que permiten al cliente que espera su turno para realizar la compra consultar recetas y conocer las características de los pescados y mariscos.

"Queremos que no se diga nunca más que el pescado es caro", señala el presidente, aunque advierte que algunos precios, como los del rape o la gamba están ya bastante ajustados. Es en otras especies donde el Mercat de Peix juega un papel regulador que ha de permitir un aumento de las ganancias a los armadores y las tripulaciones. "Nuestros márgenes comerciales son mínimos", concluye Camarena.