Incendian la casa de una abogada del PNV que ha denunciado abusos del entorno de HB

El caserío Arretxe, propiedad de los padres de Pilar Zuriarrain, abogada y ex concejal del PNV en Altzo (Guipúzcoa), ardió casi por completo en la noche del sábado en un incendio provocado. Zuriarrain es asesora del sindicato ganadero vasco ENBA y actualmente tramita varias denuncias judiciales contra actitudes abusivas de algunos ayuntamientos gobernados por HB y personas del entorno independentista radical de la comarca de Tolosa, según relataron sus compañeros del PNV, que no dudaron en tacharlas de "prácticas mafiosas".

La casi totalidad de la ejecutiva guipuzcoana del PNV y el diputado general de ese territorio, Román Sudupe, acudieron ayer al pequeño municipio de Altzo (apenas 300 habitantes) para apoyar a la familia Zuriarrain, cuyos miembros contemplaban, con semblantes desencajados, las cenizas aún humeantes en que se había convertido una hermosa edificación de casi tres siglos de antigüedad. El caserío Arretxe se encuentra en el casco urbano de la localidad, rematando la plaza que forman el frontón, la iglesia y el Ayuntamiento de esta aldea de montaña de la comarca de Tolosa, en la Guipúzcoa profunda. Los padres y una tía de Pilar Zuriarrain dormían cuando comenzó el incendio, sobre las once de la noche del sábado, y pudieron ponerse a salvo, todavía con sus ropas de dormir, al ser avisados por una vecina. Pero no tuvieron tiempo de salvar sus enseres ni los documentos familiares.Los atacantes, presumiblemente dos jóvenes a los que una vecina vio huir del lugar y montar en un coche, rompieron un cristal de la vivienda para arrojar líquido inflamable al interior. De las llamas, que los bomberos tardaron varias horas en extinguir, sólo se han salvado los gruesos muros de piedra exteriores de la construcción.

El portavoz de la ejecutiva del PNV, Joseba Egibar, quien acudió al lugar para solidarizarse con la familia, consideró el atentado como un ataque contra la labor profesional de Pilar Zuriarrian, quien se ha destacado por "haber denunciado, muchas veces en solitario, algunas actuaciones abusivas que se han practicado desde instancias municipales en el entorno del pueblo de Altzo", en palabras de Egibar.

La comarca de Tolosa está salpicada de pequeños municipios gobernados por agrupaciones independientes afines a HB o por la propia coalición y en el funcionamiento de algunas de estas corporaciones se han sucedido "situaciones dantescas", según el portavoz peneuvista, "desde la imposibilidad que han tenido muchos concejales de acceder a las actas de sus propios ayuntamientos, hasta otro tipo de comportamientos que, desde luego, se asemejan más a una actitud mafiosa que a lo que puede ser una acción política correcta".

Zuriarrain ya sufrió ataques del entorno de HB por su actitud profesional: en 1997 le quemaron el coche. Según fuentes próximas a la abogada, en las dos últimas semanas había recibido graves amenazas, hasta el punto de que había tenido que salir de su despacho de Tolosa escoltada por agentes de la Ertzaintza.

Según estas mismas fuentes, el origen de esta situación está en el conflicto abierto en la corporación de la vecina localidad de Gaztelu (unos 150 vecinos), a la que asesora Zuriarrain, desde que decidió cerrar la Casa de Cultura y despedir a sus tres empleados. La nueva corporación elegida en los comicios de junio e integrada también por independientes, en este caso no afines a HB, ha mantenido el contencioso laboral. "El ambiente de fondo viene de lejos", reconocía un concejal del PNV de Tolosa, "porque en esta comarca hay un núcleo duro al que le va a costar mucho reciclarse".

Mientras las acusaciones de los dirigentes del PNV se orientaban al entorno radical, la actual corporación de Altzo, integrada por cinco ediles de EH y dos de PNV-EA -una de los dos es Ana Zuriarrain, hermana de Pilar- decidió convocar un pleno extraordinario para el próximo miércoles en el que se pronunciará sobre el sabotaje.

"Pretendemos alcanzar un texto consensuado entre todos. En la nota se dirá lo que le parece al Ayuntamiento y lo que va a hacer", manifestaba el teniente de alcalde, Jesús Murua, de EH, presente, junto a numerosos vecinos, ante los rescoldos humeantes. Murua reconoció: "Hasta ahora sólo hemos podido contemplar cómo ardía un patrimonio importante del pueblo, además de ser un patrimonio de una familia que ha perdido un gran valor. Les hemos dado nuestro apoyo y no podemos hacer nada más. Es un tema demasiado serio y vamos a tratar de consensuarlo". El atentado fue condenado por todos los partidos, menos HB.