El AVE Madrid-Valencia

Desde VillaArriba, los vecinos de la ciudad de Cuenca discrepamos con el planteamiento del artículo de Jorge Rodríguez (EL PAIS, lunes 4 de octubre de 1999, página 28) sólo en una cosa: el camino más corto para unir Madrid y Valencia debe ser el sentido común, es decir, la línea recta. Los argumentos políticos son válidos desde la óptica del político que debe cumplir su compromiso electoral y, por supuesto, gobernar, que para eso ha sido elegido. Pero ahora, que se está empezando a definir la conexión AVE en la primera y la tercera capitales de España, antes que la política debe prevalecer la razón.

¿A qué técnico del Ministerio de Fomento se le ocurre planificar una infraestructura como ésta, cometiendo los mismos errores que hace 140 años? ¿Qué sentido tiene desviarse otra vez más de 140 kilómetros en el trayecto Madrid-Valencia, con un coste en tiempo (45 minutos más), de billete (50% más) y energía consumida? ¿Qué inconveniente ecológico supone el pasar por una tierra paupérrima y despoblada por tantos años de olvido y marginación? (Esa sí que es una buena razón medioambiental: ¿o piensan las organizaciones ecologistas en ir a apagar los fuegos cuando no quede nadie en los pueblos de nuestra sierra?).

¿Qué dificultades técnicas aduce el Ministerio de Fomento para que el AVE llegue a Cuenca camino de Valencia, cuando estos mismos problemas han sido solventados por los mismos ingenieros de Fomento en el AVE Madrid-Cataluña?

¿Qué pretenden nuestros vecinos de Albacete atribuyéndose un derecho histórico a ser nudo de comunicaciones? ¿Vamos a tener que aplicar en Cuenca los fueros del rey Alfonso VIII para conseguir que se haga justicia con nuestra ciudad? ¿No se dan cuenta de que mientras que para ellos es un tren más (Albacete tiene Alaris, Intercity y talgos; por Cuenca sólo pasa un regional que tarda seis horas en cubrir el trayecto Madrid-Valencia), para nosotros es cuestión de supervivencia? En Cuenca estamos hartos de que se nos hable de solidaridad cuando vemos pasar ríos de agua camino de Levante mientras nuestros hijos tienen que emigrar. Por eso, ahora, cuando vemos el progreso disfrazado de tren no estamos dispuestos a consentir una nueva injusticia con nuestra tierra y con nuestras gentes.

Ya lo decía Quevedo: "Donde hay poca justicia, es grave tener razón". Y ahora Cuenca la tiene. Pita. Plataforma PRO AVE.