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La "familia" entra en campaña FRANCESC VALLS

Francesc Valls

Un vendaval amenaza con perturbar la hasta ahora apacible campaña. Rafael Ribó, el líder de Iniciativa per Catalunya-Verds, ha metido a la familia Pujol de lleno en campaña, un hecho insólito en los anales electorales catalanes. Sin personalizar, pero con el nombre completo, el dirigente ecosocialista se ha referido a lo que ha denominado "familia parental de sangre". Alrededor de la hoguera encendida por el líder de IC-V se han instalado Pasqual Maragall y Josep Lluís Carod Rovira. A distancia, pero con la vista puesta en el fuego, Maragall se ha encargado de sacar a relucir casos de amigos de CiU. La sombra del financiero Javier de la Rosa y su proyección sobre el Gobierno que le ha reconocido como "empresario modelo" ha sido desempolvada por el candidato socialista a la presidencia de la Generalitat. Las palabras de Maragall no tienen mayor relevancia que el venir a sumarse al fuego racheado que desde IC-V y ERC se está lanzando: De la Rosa no deja der ser un paso obligado que la izquierda saca en procesión en todas las campañas electorales. El cabeza de lista de Esquerra Republicana se ha acercado más aún al fuego en sus críticas al entorno de Pujol. Carod acusó el domingo a CiU de basar su actuación política en Madrid en defender "la nómina de sus familiares y amigos, a los que tiene colocados en empresas públicas o absolutamente privatizadas". Sin embargo, el salto cualitativo lo ha dado Rafael Ribó, quien ha acusado a la "familia parental de sangre" de Pujol de "chupar" en su exclusivo beneficio económico. A la familia nunca se la había metido en campaña electoral, lo que resulta incomprensible en otras latitudes de España. Cuando ha habido acusaciones, la discreción ha sido la tónica de la oposición y el silencio la respuesta de CiU. Pero en la última legislatura las cosas han comenzado a cambiar. Las preguntas sobre los negocios del entorno del líder de Convergència i Unió se han multiplicado de la mano de IC-V, ERC y el PSC. Las adjudicaciones públicas a empresas relacionadas con la familia del presidente de la Generalitat -como Hidroplant, Entorn o a la arquitecta Marta Pujol- han sido objeto de pregunta parlamentaria. Ahora, en plena campaña electoral, han llegado las acusaciones hacia el entorno presidencial, un signo de que algo está cambiando en la política catalana, una prueba más de que estamos ante la primera campaña electoral en 15 años en la que nada, absolutamente nada, está seguro.

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