Clinton amplía al 100% su compromiso de condonar la deuda de los países pobres
El presidente de EEUU, Bill Clinton, anunció ayer formalmente ante la asamblea mundial del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, su objetivo de condonar el 100% de la deuda que los Estados más pobres y endeudados del planeta tienen con su país. Clinton dijo que "hoy he dado instrucciones a mi Administración para hacer todo lo posible para perdonar el 100% de la deuda que esos países pobres deben a Estados Unidos". Culminaba así unas sesiones dominadas por la retórica sobre la lucha contra la pobreza, aunque no ha sido posible un pacto definitivo para aliviar la deuda de 33 los países más altamente endeudados.
ENVIADO ESPECIALEl anuncio del presidente de EEUU, Bill Clinton, que fue recibido con una salva de aplausos por una sala que por primera vez desde que comenzó la asamblea del Fondo Monetario Internacional, registraba lleno, es un paso más en el compromiso que ya adquirió en la cumbre que el G-7, grupo de países más ricos, celebró en la ciudad alemana de Colonia el pasado mes de junio. Allí, Clinton ya se comprometió a condonar el 90% de la deuda. En lo que se refiere a las condiciones, el presidente de Estados Unidos recordó ayer que la condonación se producirá "cuando sea necesaria para ayudar a financiar las necesidades básicas y cuando el dinero vaya ser aplicado a esos objetivos", por los países afectados. Sobre las cantidades, algo que Clinton obvió detallar, el secretario del Tesoro, Lawrence Summers, señaló tras el discurso presidencial que "estamos hablando de cientos de milones de dólares".La iniciativa de EEUU, que afecta sólo a la deuda acumulada hasta 1987, se inscribe en las intensas negociaciones desarrolladas estos días en Washington para cerrar el acuerdo definitivo sobre un programa de alivio de la deuda para los países pobres altamente endeudados, conocido por sus siglas en inglés como HIPC. La lista es de 41 países, aunque sólo 33 son potencialmente elegibles. De estos últimos aún queda por saber cuántos podrán participar en el proyecto.
El programa contempla una condonación progresiva de deudas, entre el año 2000 y el 2016, de esos países por un importe de 27.400 millones de dólares (4,35 billones de pesetas) a cambio de destinar ese dinero a proyectos de desarrollo, cuya definición quedará en manos de las instituciones internacionales como el FMI y el Banco Mundial.
La mitad de esa cifra corrresponde a deudas bilaterales, es decir, las generadas por créditos entre dos países. A estas deudas (el 50% del total), aparentemente, se refería ayer Clinton en su discurso. El resto, debe ser aportado por los organismos internacionales, especialmente el FMI y el Banco Mundial, parcialmente a través de nuevas aportaciones de los países miembros con más posibiliades y también mediante operaciones especiales como la venta de oro anunciada por la primera de las dos instituciones.
En relación con esta segunda parte, conocida como multilateral, el presidente de EEUU recordó ayer que la pasada semana presentó una solicitud al Congreso para que aporte unos 1.000 millones de dólares, cantidad equivalente al 100% de la deuda que los países pobres tienen bilateralmente con EEUU a precios de mercado y que Clinton ya dijo que iba a condonar en un 90% (900 millones) en Colonia.
Clinton enmarcó sus proyectos de ayuda financiera internacional en la necesidad de profundizar en el desarrollo de la nueva mundialización, asumiendo las responsabilidades que se desprenden de ella y trasladándola a todos los problemas de la humanidad. En ese sentido remarcó que "todos debemos ofrecer nuestra parte correspondiente para financiar el alivio de la deuda mundial". Clinton se refirió al Papa Juan Pablo II, quien se había referido a los planes de reducción de la deuda "como un regalo para el nuevo milenio".
Posición crítica
El contrapunto a las declamaciones sobre la pobreza que han presidido la asamblea conjunta del FMI y del Banco Mundial, lo han puesto estos días varias organizaciones no gubernamentales y de derechos humanos que han denunciado que funcionarios de ambas instituciones han mantenido en condiciones de esclavitud, trabajando 24 horas en condiciones salariales miserables, a empleados domésticos extranjeros, utilizando para ello su privilegiado estatus. En reacción a esas denuncias ambas instituciones internacionales han anunciado la elaboración de un código de conducta para sus funcionarios a fin de evitar que ese tipo de comportamientos se mantengan.
[Por otra parte, el precio del oro siguió ayer al alza y llegó a superar los 320 dólares (304 euros, 50.581 pesetas) por onza durante la sesión. El ascenso del precio del metal precioso se debe, en gran medida, al anuncio de los países de la UE de congelar, en parte, la venta de reservas de oro. Las reservas de oro del Banco de España se han revalorizado un 25% en los dos últimos meses hasta alcanzar un valor de mercado cercano a 840.000 millones de pesetas].
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