Raymond Hains presenta su obra y su propuesta vital en Barcelona

Raymond Hains nació en 1926 en Saint-Brieuc, en la Bretaña francesa. Considerado un artista maldito, siempre al margen de los conductos oficiales, vive actualmente un momento de mitificación. Francia, su país, le está dedicando una gran atención. El Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba) inaugura esta tarde la primera exposición de carácter antológico jamás celebrada de este artista.

Junto al reconocimiento de su trayectoria, la causa de este fervor en Francia por Hains es la potente conexión del artista con las corrientes más jóvenes de la creación contemporánea.Raymond Hains es considerado por el director del Macba, Manuel Borja-Villel, "un gran desconocido y, a la vez, una figura mítica".

El método de Hains es relacionar las cosas, como si la vida y la creación fuera un encadenamiento de circunstancias de apariencia casual, pero de significación fatalista. Por ejemplo, el contemplar un cuadro de Barceló puede disparar su necesidad de exponer en Barcelona. No sólo por la vinculación de este artista con la ciudad, sino también por la similitud fonética de ambos nombres. En muchas de las obras expuestas se puede contemplar este engarce de elementos. Por ejemplo, un gran anuncio de la marca Shell sirve de elemento complementario a una composición formada por dos cajas de gigantescas diapositivas y diversas imágenes del apóstol Santiago. Hains relaciona las diapositivas con la idea de viaje y su estancia en Oporto, que le sirvió para visitar Santiago de Compostela. A su vez, aparece la concha del apóstol que se interrelaciona con el logotipo de la compañía de gasolina. La obra de Hains está, en alguno de sus momentos, emparentada con los nuevos realistas europeos de principios de los años sesenta, con quienes mantuvo un estrecho contacto.

La exposición que presenta en Barcelona no es un simple repertorio de obras históricas y contemporáneas, sino también el reflejo de un modo de vivir el arte. De hecho, tras la inauguración, y después de un breve paréntesis en el que viajará a Francia, Hains volverá a Barcelona y seguirá relacionándose con la ciudad y con la exposición, que seguramente se irá modificando mientras dure su estancia. Porque para este artista vida y creación es un mismo todo. "No conocía Cataluña, pero siempre la sentí cercana porque para mí representa Picasso, Dalí, Miró y Gaudí, cuya obra descubrí a los 20 años", explica.

Precisamente, Hains tuvo un contencioso con Dalí, aunque ayer, en su visita a la exposición con la prensa, calificara el suceso como "una gran broma". El hecho, conocido como el Asunto del Flagrante Dalí, consistió en la denuncia de Hains en 1955 de la apropiación de una de sus fotografías para las guardas del libro La vida secreta de Dalí. Tanto el recorte del artículo de denuncia de Hains aparecido en prensa, como el libro, pueden contemplarse en la exposición.