El titular del Casino de La Vila Joiosa logró un crédito hipotecario antes de ser propietario
Casinos del Mediterráneo, titular del casino de La Vila Joiosa, logró un crédito hipotecario de 2.000 millones de pesetas sobre las fincas y los bienes inmuebles que albergan la sala de juegos antes de disfrutar de su propiedad. El registro de la propiedad de La Vila Joiosa recoge sendas hipotecas sobre las dos fincas del casino a favor de Bancaixa por valor de 200 y 1.800 millones de pesetas, respectivamente, formalizadas el 30 de abril de este año. La compraventa de las mismas fincas se escrituró tres semanas después, el 20 de mayo. La hipoteca de los bienes del casino exige, además, la autorización de la Comisión Técnica del Juego, que recibió la preceptiva solicitud la semana pasada.
El Casino de La Vila Joiosa fue adjudicado el pasado 13 de abril a la empresa Casinos del Meditérraneo a través de un doble concurso administrativo -para la concesión de la licencia de explotación-, y ejecutivo -de subasta de bienes- convocado por la Consejería de Hacienda. Las deudas acumuladas por Casino Costa Blanca con Hacienda y con el Ayuntamiento de La Vila Joiosa ascendían a 2.317 millones de pesetas. La Generalitat exigía a los concursantes la constitución de una sociedad con un capital de 1.000 millones y la entrega a cuenta del 20% del tipo de licitación, fijado en 2.317 millones. Casinos del Mediterráneo, sociedad presidida por Jesús Álamo, empresario dedicado a la fabricación y distribución de máquinas tragaperras, presentó la única oferta ajustada a las exigencias del concurso. La adjudicación se publicó en el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana el 29 de abril, y exigía rematar el pago de la adjudicación en el plazo de cinco días hábiles desde su notificación oficial. Álamo asegura que obtuvo un crédito de 2.000 millones de pesetas avalado por garantías particulares cuya hipoteca prevé liberar trasladándola a las fincas que alberga el casino, cuando sea autorizado. Y remite al registro de la propiedad de La Vila Joiosa para despejar cualquier duda al respecto. Según consta en el registro de la propiedad de La Vila Joiosa, Casinos del Mediterráneo posee las dos fincas sobre las que se asienta el casino y los inmuebles correspondientes desde el 20 de mayo, cuando se escrituró ante notario la operación de compraventa. La compra fue inscrita de forma definitiva el 22 de julio. Según el mismo registro, pesa una hipoteca sobre cada una de las fincas -una por 200 millones y otra por 1.800- a favor de Bancaixa que fue formalizada el 30 de abril, tres semanas antes de la compraventa y un día después de la publicación de la adjudicación. La constitución de la hipoteca está registrada el 17 de agosto. El reglamento de casinos especifica que "constituir cargas reales de cualquier naturaleza sobre los inmuebles en los que se asienta el casino" requiere la autorización previa de la Comisión Técnica del Juego. La medida constituye una garantía que se arroga la Generalitat para poder embargar el casino a su favor si la empresa que explota el casino no satisface las tasas sobre el juego, que gravan las cantidades apostadas con un tipo del 56%. Casino Costa Blanca no consiguió nunca que Hacienda aprobara un acuerdo privado de compraventa de acciones entre los antiguos titulares del casino y el empresario francés afincado en Benidorm, Roch Claude Tabarot, quien sugirió hipotecar los bienes del casino para pagar las deudas acumuladas. La hipoteca no fue posible porque los solares e inmuebles ya habían sido embargados a favor de la Generalitat. La Comisión Técnica del Juego recibió la solicitud de autorización de la hipoteca de los bienes del casino por parte de Casinos del Mediterráneo el pasado 23 de septiembre, según fuentes oficiales. La solidez de las empresas que gestiona Jesús Álamo constituye sin duda una garantía para Bancaixa. Pero el crédito hipotecario concedido cubre el 100% de la tasación de las fincas, fijada en 2.000 millones. La Agencia Estatal de Administración Tributaria convocó una subasta pública de los bienes inmuebles del casino en diciembre de 1996. La agencia ejercía como brazo ejecutor de la Consejería de Hacienda y pretendía resarcir a la Generalitat de las deudas acumuladas por Casino Costa Blanca. El tipo de la subasta se fijó en 659 millones para la mayor de las dos fincas y en algo más de 37 para la segunda, en total 696. Pero la apuesta de Bancaixa es doblemente sorprendente porque el crédito se asienta sobre un activo en explotación que exige tener en cuenta la responsabilidad que asumiría la entidad financiera sobre los empleados de la empresa si surgieran problemas. Fuentes de Bancaixa invocan el secreto profesional y optan por no hacer comentarios. Sólo sugieren que la figura del crédito hipotecario con cláusula de suspensión es habitual en el sistema financiero.
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