Una casualidad
Cada día hay menos noticias buenas en los periódicos; sin embargo, eso no tiene por qué ser un índice de que el fin del mundo esté cercano. Tampoco que haya habido tantos y tan devastadores terremotos en tan poco tiempo tiene una significación especial, habida cuenta de las informaciones científicas de los expertos en estos temas (¡qué será de nosotros sin ellos!).Las casualidades también existen para la ciencia, aunque ésta esté basada en hechos legislados por la ley de la causa y el efecto. Si no, que se lo pregunten a los mejores biólogos, ellos podrán respondernos como la misma vida, que procede y tiene su origen en una casualidad.
Que consulten a los físicos cosmólogos, ellos responderán que el universo también partió de una casualidad. No van a ser menos los prestigiosos sismólogos afirmando tan buenas noticias sobre los últimos y consecutivos terremotos posteclipse.
Es más, tan seguro estoy de sus enseñanzas, que pienso ir de vacaciones en la próxima Navidad a una zona supersísmica, por ejemplo, a la ciudad norteamericana de Los Ángeles (en California), a disfrutar de lo lindo sin ningún miedo gracias a la seguridad que me producen sus acertados estudios científicos.
Éstos no son por casualidad.
Feliz Navidad.-