La ONU pide el envío de especialistas para investigar los crímenes en Timor

El portavoz de Naciones Unidas en Dili, David Wimhurst, solicitó ayer el envío urgente de especialistas que puedan investigar los crímenes cometidos en Timor Oriental por las milicias proindonesias y el Ejército de Yakarta, antes de que sea tarde para reunir pruebas. Por otro lado, un oficial de la inteligencia de las tropas de paz explicó a este periódico que los 15 paramilitares detenidos y aún bajo su custodia han facilitado amplia información sobre la infraestructura e identidad de estos grupos, todavía protegidos por el Ejército indonesio.

David Wimhurst reclamó de forma "muy urgente la llegada de peritos que puedan investigar los crímenes cometidos" por las milicias y los soldados indonesios "antes de que los lugares se degraden más" y puedan perderse pruebas de interés sobre sus autores. La Organización de Naciones Unidas ya solicitó una amplia investigación por crímenes contra la humanidad cometidos en la ex colonia portuguesa y varias organizaciones humanitarias han empezado a indagar para depurar las posibles responsabilidades, que incluyen a altos mandos del Ejército.Estas organizaciones tienen ya en su poder declaraciones de testigos y familias independentistas, firmadas y acreditadas, sobre diversas masacres perpetradas por los grupos militares y paramilitares. Una de esas organizaciones presentará sus denuncias en Portugal, dado que Naciones Unidas nunca aceptó la anexión del territorio por Indonesia y jurídicamente sigue bajo administración portuguesa. El portavoz de la ONU reconoció que la organización no está investigando aún esos delitos, pero que prestará la ayuda necesaria a las fuerzas multinacionales.

Un oficial de inteligencia de las tropas de la ONU reconoció a este periódico que los 15 paramilitares detenidos están facilitando abundante información sobre la estructura y conexiones de esos grupos, lo que está favoreciendo las labores de investigación y desarticulación de paramilitares que aún se mantienen en la capital.

Asimismo, las fuerzas de paz alertaron ayer al grupo de Médicos del Mundo que la clínica Motael, donde pensaban iniciar sus trabajos, iba a ser asaltada anoche por los paramilitares. Tras intentar protegerla, un grupo de marines indonesios se negó a permitir la operación justificando que esa área estaba bajo su control. Las tropas tuvieron que abandonar el lugar, junto al grupo de siete médicos y seis periodistas que se alojaban en la casa de los jesuitas que dirigían el complejo y ahora se encuentran deportados en Timor Occidental. Entre los periodistas desalojados, cuatro de ellos portugueses, se encuentran este enviado especial y el de la agencia Efe.

Por otro lado, el portavoz de Naciones Unidas reconoció que diversos vuelos de inspección han detectado que las principales ciudades de Timor Oriental están destruidas casi en un 75%. Wimhurst informó de que las organizaciones humanitarias y el programa alimentario mundial entregan diariamente a los refugiados 280.000 raciones de comida, y esperan ampliar el número en los próximos días. Asimismo, dijo que el Gobierno de Yakarta ha aceptado el envío de ayuda humanitaria a Timor Occidental, donde se encuentran concentrados en 27 campos cerca de 300.000 deportados.

Fuentes oficiales de las tropas de paz informaron ayer de que, por el momento, no pueden hacer nada para evitar la protección del Ejército a los grupos de paramilitares, puesto que ellos aún conservan parte de la autoridad en el territorio. No obstante, aseguraron que esa situación cambiará radicalmente la próxima semana, cuando el mando completo de la seguridad sea transferido a las fuerzas multinacionales.