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FARMACOLOGÍA Búsqueda de nuevos fármacos en organismos marinos

Miles de compuestos químicos de potenciales nuevos fármacos se esconden bajo microorganismos marinos, hasta ahora dejados de lado en gran medida por la industria farmacéutica. "En un mililitro de agua marina proliferan más de un millón de bacterias" destaca el doctor William Fenical, profesor de la Universidad de California, en San Diego (EEUU). El número de microorganismos se dispara teniendo en cuenta que el 75% de la superficie terrestre la ocupan mares y océanos, que presentan una profundidad media de unos 4.000 metros.Armado con estos argumentos, y con el "agotamiento" de compuestos procedentes de microorganismos terrestres tras las seis décadas de investigación que siguen al descubrimiento de la penicilina, Fenical presentó a los microorganismos marinos como una de las apuestas de la búsqueda de nuevos principios activos en el XXII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Farmacología, que se celebró desde el martes hasta el viernes pasado en Valencia conjuntamente con el XI Congreso Nacional de la Sociedad Española de Química Terapéutica.

Fenical se refirió en Valencia a un compuesto llamado halamade, extraído de un alga que crece en el mar Caribe, que, según el profesor estadounidense, ha probado su efectividad en laboratorio como remedio del cáncer de pecho y de ovario y que es una esperanza para las pecientes que desarrollan resistencias a medicamentos como el taxol.

Contra el herpes

El halamade inactiva una proteína, la tubulina, que evita que las células cancerígenas sigan dividiéndose y bloquean el desarrollo del tumor. Las líneas de investigación de derivados de microorganismos marinos que coordina el profesor Fleming se extienden también hacia otros dos campos. Por un lado, el halover, obtenido de otra alga caribeña, es un potente inhibidor del virus del herpes simple. Un segundo trabajo se centra en una bacteria marina que vive en la arena, fundamentalmente en bahías, de la que se extrae la molécula ciclomarine, que ha demostrado su eficacia contra las inflamaciones tópicas de la piel.

El congreso contó con la presencia de 350 científicos -provenientes de la universidad, el Centro Superior de Investigaciones Científicas, la industria farmacéutica y centros hospitalarios- y afrontó la búsqueda y el desarrollo de nuevos fármacos destinados a prevenir, curar y diagnosticar enfermedades. Para ello, especialistas de los campos de la química, toxicología, farmacología preclínica y clínica, genética o biología molecular expusieron sus ponencias y debatieron en torno a cuatro grandes campos: la inflamación y el asma, los productos naturales y las macromoléculas bioactivas, los inhibidores encimáticos y la interacción entre fármaco y receptor.

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