El conflicto de la línea de Les Gavarres, aparcado hasta pasados los comicios

La compañía eléctrica Enher se ha decidido por un sorprendente cambio de estrategia en la pugna que mantiene con los opositores de la línea eléctrica de Les Gavarres. Abandonando su defensa numantina del trazado y olvidando sus alarmistas advertencias de posibles cortes de luz durante el verano en la Costa Brava, Enher, que ha actuado siempre al alimón con el Departamento de Industria, deja ahora su decisión en manos de un estudio técnico.

El estudio no descarta una modificación del trazado e incluso el soterramiento de la red a su paso por Cassà de la Selva. La línea subterránea podría correr paralela a la futura variante de la población, cuyas obras se iniciarán próximamente. Los resultados de este nuevo estudio no se conocerán hasta dentro de un mes, después de las elecciones autonómicas. Luis Postigo, alcalde de Llagostera, se muestra escéptico ante la nueva actitud dialogante de Enher y reclama para su municipio la misma consideración que parece tenerse con la población vecina, a pesar de que en su término municipal sólo falta pasar los cables entre los postes. "Se están estudiando alternativas, pero planea la desconfianza. Lo único que está haciendo Enher es ganar tiempo para que este tema no explote en un periodo preelectoral", aseguró Postigo. El alcalde, que gobierna en una coalición de izquierda desde las pasadas elecciones locales, asegura que pretende evitarse que "el efecto de las municipales se traslade a las autonómicas". Postigo entiende por ese efecto el descabalgamiento de las listas de los alcaldes de CiU de ambas poblaciones, que se habían mostrado muy combativos con la línea, y sobre todo el posterior descalabro electoral de la coalición nacionalista, que les hizo perder las dos alcaldías en beneficio de ERC y Entesa per Llagostera. Táctica del "divide y vencerás" Postigo asegura que hasta el verano Enher había mantenido la táctica del divide y vencerás, manteniendo contactos separados con todos los afectados, quienes finalmente acordaron volver a la mesa negociadora conjunta. La confección de este nuevo estudio fue decidida el pasado martes en una reunión en la que participaron el Ayuntamiento de Cassà, el de Llagostera y la Coordinadora Antilínea, y comportará el inventario de caminos y masías de la zona para encontrar los parajes idóneos para instalar las siete torres que deben cruzar el término municipal de Cassà de la Selva. La línea que unirá Juià y Castell d"Aro, declarada de utilidad pública por la Generalitat, debe solucionar las carencias energéticas de la Costa Brava centro. La Generalitat ha defendido en todo momento su autoridad por encima de la decisión de las corporaciones locales, que dictaron sendos decretos de alcaldía para paralizar las obras en sus respectivos municipios. El pasado mes de junio, en un intento de desencallar el proyecto, la compañía eléctrica envió cartas a diversos ayuntamientos y establecimientos turísticos y sanitarios del Baix Empordà para advertirles del peligro de que se registraran cortes en el suministro eléctrico debido a la insuficiencia de la actual línea. La iniciativa fue acusada de alarmista. El pulso entre la Generalitat y los ayuntamientos afectados por el trazado de la línea de alta tensión llegó a los tribunales, que aún no han dictado sentencia definitiva sobre el caso. Uno de los momentos de máxima virulencia del conflicto se vivió en septiembre del año pasado, cuando el juez ordenó a los Mossos d"Esquadra proteger las obras de la línea, que eran objeto de continuos sabotajes por parte de los miembros de la Coordinadora Antilínea. Veinticuatro horas después de haberse dictado esta orden, la policía autonómica practicó tres detenciones de manifestantes, entre los que se encontraba el líder de CC OO en Girona, Jordi Presas.