_
_
_
_
_

La futura ampliación de Barajas 'topa' con yacimientos paleontológicos y arqueológicos

Los restos se localizan al este de la recién terminada tercera pista del aeropuerto

Vicente González Olaya

La futura ampliación del aeropuerto de Barajas a cuatro pistas tendrá un alto coste arqueológico y paleontológico. El Plan Director de Barajas (documento encargado por el Ministerio de Fomento que diseña la ampliación del aeródromo) reconoce que "toda la zona de ampliación de Barajas se puede considerar un yacimiento paleontológico potencial" y que las obras afectarán a otros siete yacimientos arqueológicos de distintas épocas. De hecho, el plan destaca que, "dado el potencial arqueológico de la vega del Jarama, el riesgo de afección a los yacimientos es muy elevado".

Según la Carta arqueológica (documento secreto elaborado por la Comunidad de Madrid y que indica dónde se encuentran todos los yacimientos de la región), existen siete puntos de interés histórico bajo las tierras del Gran Barajas: uno paleolítico, cuatro de la Edad del Bronce y dos romanos. Todos ellos se encuentran en una zona declarada de interés arqueológico, por lo que cuentan con la máxima protección legal de la Comunidad.El Plan Director de Barajas señala que esta zona "corresponde a un área ubicada al este de la recién construida pista de Barajas, donde se han documentado hasta siete puntos con restos arqueológicos cuya definición está pendiente de ulteriores trabajos de investigación".

No obstante, los primeros sondeos han sacado a la luz, según el documento, tres yacimientos. El denominado "Villaverde" guarda "restos de estructuras de habitación, horno de cal y cerámicas decoradas". Este yacimiento "se encuadra a finales de la Edad del Bronce, I y II del Hierro y época romana". El yacimiento del Rasillo esconde lo que "se considera una villa romana". En el de las Ánimas sólo se han hallado "carbones y posibles estructuras que tipológicamente están en época romana".

La villa romana de Barajas fue descubierta a mediados de 1997. Los arqueólogos se toparon con un horno de cal, una fuente, las tejas que cubrían la villa, centenares de trozos de una valiosa vajilla de los siglos I al V, conocida como terra sigilata, y restos de vajillas de uso diario. La zona donde se halló esta construcción romana está señalizada para que las palas excavadoras que trabajan en la ampliación de Barajas no la dañen. El diputado de IU Franco González lleva tiempo denunciando el abandono de estas excavaciones y la posibilidad de que los restos terminen desapareciendo.

Pero la Dirección General de Patrimonio siempre ha respondido que se tomarán las medidas de protección adecuadas cuando el Ministerio de Fomento anuncie "oficialmente" que se va a llevar a cabo la ampliación. Patrimonio no puede desenterrar la totalidad de estos yacimientos por razones económicas, a no ser que el ministerio se decante por ampliar el aeródromo y señale por qué lugares concretos se extenderán las nuevas instalaciones. Por el momento, Patrimonio sólo puede acotar el terreno para que no se produzcan destrozos.

Faunas del terciario

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Pero éstos no son los únicos descubrimientos a los que Fomento tendrá que enfrentarse si aumenta la extensión del aeropuerto. El plan director señala que, "según el Mapa Geológico de España, en la zona de Ciudad Pegaso, próxima a Barajas, existen faunas del terciario en las unidades geológicas del mioceno. En Paracuellos del Jarama se observan también niveles de fauna del terciario correspondientes al mioceno superior". Y detalla: "Se han documentado numerosos restos paleontológicos, principalmente tortugas gigantes, en el seguimiento de las obras del Plan Director de Barajas. Se han identificado hasta 12 puntos fosilíferos, por lo que toda la zona de ampliación de Barajas se puede considerar un yacimiento paleontológico potencial".

En mayo de 1995, los arqueólogos del Museo de Ciencias Naturales y de la Comunidad hicieron público el descubrimiento de un gran proboscídeo (mastodonte) de la familia de los Gomphotherium angustidens a seis metros de profundidad en uno de los sondeos abiertos cerca de la tercera pista. Los proboscídeos eran mamíferos de trompa prensil, formada por la unión de la nariz y el labio superior. Su tamaño era semejante al de los actuales paquidermos africanos, y pueden considerarse sus predecesores. Vivieron en la era terciaria y numerosos ejemplares han sido encontrados en varios yacimientos de la actual Comunidad de Madrid. Estos mastodontes contaban con cuatro colmillos exteriores: los incisivos superiores, largos y curvados hacia abajo, y los inferiores, cortos y hacia arriba.

Se cree que, en estos periodos, en la zona de Paracuellos existía un clima templado y con abundantes zonas húmedas. Los expertos consideran que en las cercanías del actual aeropuerto de Barajas se produjo un gran desarrollo de sedimentos procedentes de la sierra. Un yacimiento semejante al de Barajas fue hallado hace seis años en Moraleja de Enmedio, donde se encontró un Anchitherium simorrenses, predecesor del rinoceronte. Al igual que en Paracuellos, la abundancia de tortugas y reptiles es una constante.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Vicente González Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_