_
_
_
_

Esclavos de las empresas japonesas

Medio centenar de ex prisioneros de la II Guerra Mundial demandan a Kawasaki y Mitsubishi

Más de medio siglo después de su término, la II Guerra Mundial sigue atormentando a los países que por activa, como Alemania o Japón, o por pasiva, como Suiza, se vieron envueltos en atrocidades jamás superadas en un siglo que ha conocido, y sigue conociendo, muchas y muy graves. Un grupo de ex prisioneros de guerra norteamericanos acaba de designar un nuevo objetivo a la hora de reclamar responsabilidades por los horrores de aquel conflicto bélico: las empresas japonesas. En concreto, cinco de ellas en las que esos norteamericanos trabajaron en régimen de esclavitud. Los veteranos estadounidenses, 11 en representación de un grupo de 500, han presentado en un tribunal de Alburquerque (Nuevo México) una demanda colectiva contra Kawasaki, Mitsubishi, Mitsui, Nippon Steel y Showa Denko. Denuncian que, tras ser capturados en los campos de batalla asiáticos, fueron obligados a trabajar en factorías de esos cinco gigantes de la industria japonesa. A esa violación en sí de las convenciones internacionales sobre prisioneros de guerra se añaden las condiciones brutales del régimen de trabajo de los demandantes.

Este grupo de veteranos asegura que sus captores japoneses los golpearon sistemáticamente, los sometieron a terribles hambrunas y les negaron asistencia médica y sanitaria. Las cinco empresas denunciadas, señala Eli Warach, abogado de los demandantes, son tan sólo algunas de las muchas que, en Japón o sus territorios conquistados durante el conflicto, utilizaron a prisioneros norteamericanos o de otras nacionalidades como mano de obra esclavizada. "Los astilleros, las fábricas y las minas que participaron en el esfuerzo de guerra japonés estuvieron repletas de presos extranjeros esclavizados", dice Warach.

No es la primera vez que ex prisioneros de guerra de la II Guerra Mundial presentan reclamaciones ante los tribunales por el trato que recibieron de los japoneses. Pero, presentadas en EE UU, Japón o terceros países, esas denuncias nunca han prosperado, se han estrellado siempre con el Tratado de Paz de San Francisco, que selló la reconciliación entre Washington y Tokio. A tenor de ese tratado, Japón ya pagó una indemnización global por los daños causados a las víctimas de la guerra que desencadenó al atacar Pearl Harbour.

La novedad de la iniciativa adoptada en el tribunal de Alburquerque es que no acusa al Gobierno japonés, sino a cinco empresas concretas. Es una iniciativa que ya fue emprendida por un grupo de medio centenar de chinos, que también fueron esclavizados en factorías japonesas durante la II Guerra Mundial. Pero tanto la iniciativa china como la norteamericana tienen pocas probabilidades de prosperar, según los medios jurídicos consultados por The New York Times.

Las firmas japonesas señaladas con el dedo por los veteranos estadounidenses reaccionaron con moderación a la demanda presentada en el tribunal de Alburquerque. Diciendo desconocer todavía su contenido exacto, los portavoces de esas empresas adelantaron su sentimiento de sentirse protegidos por la Constitución japonesa y las leyes y tratados internacionales. Las reparaciones de guerra, dicen, ya fueron abonadas de modo general por Japón hace décadas.

Los demandantes, que tienen en torno a los 80 años de edad, celebraron el lunes una conferencia de prensa en Nueva York. Volvieron a contar los horrores sufridos en cautiverio, y añadieron que si hasta ahora no los habían denunciado ante los tribunales es porque, tras su liberación, los servicios de información de EEUU les hicieron firmar documentos renunciando a relatar su experiencia. Y es que, inmediatamente después de la II Guerra Mundial, Estados Unidos ya intuyó la necesidad de reconciliarse con Japón y hacerle desempeñar un papel clave en la lucha contra el nuevo enemigo: la Unión Soviética.

Pero los documentos que firmaron ya no obligan a guardar silencio a los ex presos de guerra. El material secreto norteamericano relacionado con el final de la II Guerra Mundial ha sido desclasificado y confirma que Japón llevó muy lejos el uso de prisioneros de guerra para trabajos forzados. En realidad, instituyó un sistema de esclavitud.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_