"Camille" ataca de nuevo
Camille, uno de los seis últimos osos pardos que quedan en el Pirineo, sigue matando ovejas en el valle navarro del Roncal. En los últimos diez días, este viejo ejemplar de 16 años que el pasado mes de julio fue fotografiado por primera vez en sus andanzas nocturnas por los bosques de la localidad de Garde, ha atacado rebaños en ese territorio y en el cercano municipio de Urzainqui. Camille ha matado y devorado al menos diez ovejas en septiembre. Los técnicos del Gobierno de Navarra han certificado la autoría de los ataques. Desde hace más de un año el oso se ha establecido en el linde de Navarra con Huesca y antes de hibernar está acumulando proteínas para salvar el duro invierno. Apenas hace unos días se presentó en Pamplona un informe elaborado por técnicos del Gobierno de Navarra, Aragón y Francia sobre la situación del oso pardo del Pirineo en el que se señala que, si no se pone en marcha urgentemente un programa internacional, la especie se extinguirá en un plazo máximo de veinte o veinticinco años. Los expertos indican que, pese a todo, la escasez de ejemplares vivos conduce inexorablemente "a la extinción de la población pirenaica de osos pardos". El consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, Javier Marcotegui, y el director general del Departamento, Natxo Elorrieta, presentaron en Pamplona los resultados del estudio de seguimiento del oso Camille. Desde hace dos años, una veintena de expertos de Navarra, Aragón y Francia, coordinados por Jean Jacques Camarra, técnico del ministerio de medio ambiente galo y uno de los máximos especialistas en la materia, han seguido las evoluciones del plantígrado y han intentado en vano capturarlo para colocarle un radiotransmisor. De la investigación sobre Camille, un ejemplar de 2,8 metros de longitud y 280 kilos de peso, y del estudio general realizado sobre la especie de deduce que en 1983 había trece osos pardos en la vertiente occidental del Pirineo. En 1999 apenas quedan seis y, lo que es peor, sólo sobrevive una hembra, Cannelle, de unos 10 años de edad, que tuvo su última cría el pasado año. Los machos controlados en el Pirineo son Papillon, el más viejo de todos, con 20 años; Camille; Pyren, primer hijo conocido de Cannelle; Chocolate, nacido en 1995 y el osezno nacido en 1998 y aún sin nombre. El informe resalta que Papillon y Camille son machos muy viejos y están cercanos a su final biológico, que se producirá en un plazo de seis años aproximadamente. La escasez de ejemplares y el hecho de que sólo subsista una hembra significa que no hay animales suficientes para mantener la especie, amenazada de graves problemas de endogamia. El Gobierno navarro ha pagado ya 8,5 millones de indemnización a los ganaderos cuyas ovejas han sido atacadas por Camille. El oso causó la muerte de 188 animales el pasado año y en éste ha matado al menos 50 animales. Ganaderos y autoridades locales han exigido a la Administración una mejora de las indemnizaciones y más diálogo sobre el plan de recuperación del oso.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.