El déficit exterior se eleva a 2.355 millones de euros hasta junio

El saldo exterior de la economía española ha vuelto a ser negativo en el mes de junio y acumula un déficit de 2.355 millones de euros (391.900 millones de pesetas) en la primera mitad del año, frente a un superávit de 624 millones de euros (104.000 millones de pesetas) en el mismo periodo del año anterior, según datos del Banco de España relativos a la balanza de pagos.Este resultado supone casi duplicar la cifra de todo el año 1998, en que se registró un saldo exterior negativo de 1.269 millones de euros, frente al superávit de 2.047 millones en 1997. Este progresivo deterioro indica que la economía española necesita cada vez más ahorro exterior para financiar sus inversiones, lo que según fuentes del Ministerio de Economía es "normal" en una etapa de alto crecimiento.

El principal exponente de ese deterioro es el saldo comercial, cuyo déficit en los seis primeros meses del año se ha incrementado un 77% en relación al mismo periodo del año anterior. Esto es consecuencia del aumento de las importaciones (9%) y del mantenimiento de las exportaciones. En el mes de junio se ha registrado, sin embargo, una recuperación de las exportaciones (crecimiento del 6,3% respecto de un año antes, tras varios meses de caída), aunque las importaciones siguen al alza (12%). Por el contrario, la balanza de servicios ha mejorado en lo que va de año, al registrar un superávit de 9.673 millones de euros (1,6 billones de pesetas), frente a los 8.212 millones de euros (1,36 billones de pesetas) del mismo periodo del año anterior. Este buen resultado responde únicamente al excelente año turístico. Respecto a la cuenta financiera, las salidas netas (16.673 millones de euros) han superado con creces la cifra del mismo periodo del año anterior (3.029 millones de euros), debido al fuerte crecimiento de las inversiones españolas en el exterior y al saldo acumulado por el Banco de España frente al Sistema Europeo de Bancos Centrales. Estas partidas compensaron con creces las entradas por adquisiciones de deuda pública por parte de no residentes y los ingresos por cancelación parcial de los depósitos de España en el exterior.