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El PP usará el Senado y las autonomías para plantear la batalla de las pensiones

El debate sobre la subida de las pensiones llega hoy al Congreso de los Diputados en el mismo confuso y enrarecido clima de las campañas electorales. El PP, que hasta hace unos días soportaba sobre este asunto la presión de reaccionar a destiempo, ha pasado a la ofensiva. Sus 19 portavoces parlamentarios autonómicos y el del Senado firmaron ayer una moción para forzar la discusión en sus cámaras sobre la unidad del sistema. El PSOE acusó al PP de mentir sobre el papel de Joaquín Almunia como ministro de Trabajo. Fraga, Rato y Arenas (de izquierda a derecha), ayer en la sede central del PP (M. Escalera).

El secretario general del PP, Javier Arenas, primer ministro de Trabajo y Seguridad Social del Gobierno de José María Aznar, ha emprendido una campaña sin descanso para desmontar el bagaje de Joaquín Almunia como primer ministro de ese departamento con Felipe González. Distintos portavoces nacionales del PP remachan diariamente su versión catastrófica de aquella etapa, a la que agregan ahora la gestión al respecto de los presidentes autonómicos socialistas y en especial del andaluz Manuel Chaves. La coordinadora de Acción Social del PP, Ana Mato, le equiparó ayer con un "caudillo" que se ocupa de cuestiones que no son de su competencia (subir unilateralmente las pensiones mínimas) mientras deja que las residencias de ancianos, que sí lo son, "se llenen de hormigas".Como en el PP ha cundido la idea de que el PSOE ha logrado hacer calar a su favor hasta ahora esta polémica, y como José María Aznar piensa que es una discusión que deberían ganar por goleada, la dirección del partido ha puesto en marcha una campaña para darle la vuelta. Arenas se reunió ayer con los 19 portavoces de todos los parlamentos autonómicos (incluidos Ceuta y Melilla) y con el responsable del grupo en el Senado, Esteban González Poms, para tramitar una serie de mociones que defienden la igualdad de las pensiones de los españoles "en todo el territorio nacional". Mato y González Poms aprovecharon el objetivo teóricamente neutral de esa moción para presentar al PP como la salvaguarda del sistema de pensiones y al PSOE como su peor enemigo.

La dirección del PSOE destacó ayer la nueva estrategia de acoso e insultos del PP y en concreto de su secretario general contra Almunia. Alfredo Pérez Rubalcaba, portavoz del PSOE, rebatió los datos que machaconamente se lanzan estos días sobre la gestión de Almunia como ministro de Trabajo entre 1982 y 1986. Dijo que el PP "miente" al sostener que el candidato socialista impulsó un recorte de las pensiones en 1985. Bien al contrario, aseguró que en esos años subieron 12 puntos por encima del IPC. En los tres años de Gobierno del PP, según los socialistas, sólo han aumentado un punto y medio por encima de la inflación. Rubalcaba apuntó irónicamente hacia el "centrista" Arenas y el ministro de Trabajo, Manuel Pimentel, como los "adalides" de los insultos y ataques personales a Almunia. A Arenas le identificó con el estilo bronco de su antecesor en el cargo, Francisco Álvarez Cascos.

CiU, socio del Gobierno, recordó ayer que exigirán un incremento superior al 2% de todas las pensiones mínimas para comprometer su apoyo a los nuevos Presupuestos.

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