Attenborough rescata la vida de un ecologista inglés que fue líder indio

Búho Gris recorrió Canadá y el Reino Unido a finales de los años treinta en cabeza del que sería el primer movimiento activo por la protección de la naturaleza. Búho Gris era en realidad Archibald Belaney, un inglés de Hastings que a los 17 años se estableció en una reserva india y se inventó un origen de mestizo apache. Richard Attenborough ha llevado al cine esta historia, interpretada por Pierce Brosnan y estrenada en España el pasado fin de semana.

"Siempre me han gustado las historias reales, lo sabe todo el mundo", afirma el cineasta británico, que en una entrevista telefónica anuncia su propósito de llevar a la pantalla, entre otras posibles biografías, la de Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir. "Creo en los héroes, pero en los héroes de verdad", comenta.Para Attenborough -sir Richard desde 1976-, el cine sigue siendo una importante arma política y social, y las películas que recogen la vida de "grandes figuras" forman parte de su lucha particular. "Nelson Mandela me dijo una vez que yo nunca sabría lo importante que fue en Suráfrica mi película sobre Biko Grita libertad. Aquélla fue una de las mejores cosas que me han dicho en mi vida, quizá porque provengo de una familia políticamente radical, y creo firmemente que la pelea política y social no termina nunca. Desde luego, no termina en el cine, por muy espectáculo que sea". "No me interesa el cine minoritario", continúa Attenborough, "creo que las concesiones a la comercialidad están justificadas porque cuando haces una película como Grita libertad o Gandhi, con un alto contenido histórico y social, no debes perder de vista un gancho que permita que la película llegue a toda la gente posible".

Héroe infantil

"La historia de Búho Gris", explica el director y actor, "llegó a mis manos porque mi socia fue al dentista. Cuando volvió a la oficina trajo bajo el brazo una revista en la que se narraba la historia de un inglés que se había hecho pasar por indio y que había sido muy famoso por sus escritos en defensa de la naturaleza. Me quedé atónito. Yo, de niño, con mi hermano, había visto en un teatro a un piel roja que hizo una gira por Inglaterra con sus increíbles plumas en la cabeza y con un traje impresionante. Se convirtió en un héroe de mi infancia. La impresión que causó su llegada en 1935 fue la misma que causaron los Beatles en su día. Fue el héroe de muchos niños, y al final resultó que no era un verdadero indio, sino un impostor. Pero gracias a sus fuertes convicciones, a su deseo de ser lo que no era, había sido finalmente más indio que nadie. Se había convertido en una figura romántica, y sólo después de su muerte se descubrió su verdadera identidad". Attenborough califica de "interesante giro dramático" la impostura del personaje de su filme, una película que siempre (desde que en 1994 concluyó el guión) estuvo pensada para el actor Pierce Brosnan. "Pierce es un hombre de teatro, un gran actor dramático", asegura el cineasta. "Estamos acostumbrados a verle bien arreglado y en coches de lujo, pero se trata de un hombre muy sencillo que adora el campo y la naturaleza. Es perfecto para el personaje".Un personaje que al conocer a una joven india, empeñada en seguirle por la montaña, cambió su lenguaje de cazador y trampero por el de pionero del ecologismo. "Las emociones", dice Attenborough, "fueron las que llevaron a Búho Gris a una postura radical en su visión de la naturaleza. Esa joven india fue quien le hizo creer en sus convicciones y quien le convenció para transmitirlas, para viajar y para contar su historia. Archibald Belaney, Búho Gris, fue un impostor, pero también fue un héroe".