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Fomento retira el veto a 5.300 pisos de San Sebastián

El Plan General de Ordenación Urbana de San Sebastián de los Reyes, paralizado por el Ministerio de Fomento hace cinco meses debido a que había reservado suelo para viviendas en zonas que iban a ser sobrevoladas por los aviones que despegasen de Barajas y obstaculizaban su futuro desarrollo, ha recibido un indulto parcial. Fomento decidió a finales de agosto retirar el veto tras entrevistarse el secretario de Estado de Infraestructuras, Albert Vilalta, con el consejero de Obras Públicas, Luis Eduardo Cortés.

La secretaría de Estado de Infraestructuras y Transportes ha efectuado "ciertas reconsideraciones" sobre el informe vinculante que ese mismo departamento emitió el pasado 25 de marzo, y con el que paralizaba todo el Plan General, para que "se valore la posibilidad de urbanizar como urbano residencial, si no todo el suelo situado al oeste del margen izquierdo de la N-I, sí al menos parte de él", según se indica en una adenda al informe vinculante. Fomento se refiere, concretamente, a la operación urbanística conocida como Dehesa Vieja (véase gráfico), una de las actuaciones residenciales más importantes impulsadas en la localidad por la Comunidad de Madrid, que prevé la construcción de 5.300 viviendas, el 70% de ellas de precio tasado (entre 12 y 16 millones) o protección oficial (entre 10 y 12 millones de precio máximo).

En la citada adenda, fechada el pasado 26 de agosto, el secretario de Estado de Infraestructuras, Albert Vilalta, justifica su "reconsideración" en el hecho de que ya se dispone de las nuevas huellas sonoras del aeropuerto, aprobadas en la Comisión de Vigilancia del Ruido.

En base a estas nuevas huellas, aprobadas el pasado mes de junio, gran parte del suelo de Dehesa Vieja quedaría fuera de la zona de afección del aeropuerto, que implica niveles de ruido de 65 decibelios por el día y de 60 por la noche.

"El suelo fuera de esta envolvente no estaría sometido a niveles superiores a éstos, correspondientes a operaciones de despegue y aterrizaje de las aeronaves, por lo que, en principio, sería posible compatibilizar su urbanización como uso residencial con las operaciones del aeropuerto", señala el escrito.

Para no rectificar completamente el primer informe, la secretaría de Estado deja claro que se ratifica en sus conclusiones de marzo, "pero entiende que, a la vista de las nuevas huellas, podría permitirse la urbanización como uso residencial, del suelo al margen oeste de la N-I que quede fuera de la envolvente de 60 decibelios por el día y 50 por la noche".

Protestas vecinales

La construcción de las nuevas viviendas de Dehesa Vieja, sin embargo, tendrá condicionantes. El ministerio de Fomento reconoce que aunque estas viviendas estarían fuera de la zona de estricta afección, éstas quedarán sometidas a niveles de inmisión acústica, próximos a los valores de 65 decibelios por el día y 55 por la noche, "lo que puede dar lugar en el futuro a más protestas protagonizadas por los nuevos vecinos, molestos con el aeropuerto", añade el escrito. Por este motivo, según el ministerio, los edificios residenciales que se construyan "deberían estar provistos de un apropiado aislamiento, necesario para no sobrepasar los niveles interiores establecidos en la vigente normativa, así como de una servidumbre por afección sonora que proteja al aeropuerto ante posibles demandas por este tipo de afección".

Para puntualizar aún más este último aspecto y en un intento de que queden enterados todos los posibles compradores de las viviendas, Fomento sugiere incluso la redacción de la inscripción registral de dicha servidumbre: "Estas viviendas se encuentran en una zona sometida a un nivel de afección sonora, producida por el sobrevuelo de aviones procedentes de las salidas del aeropuerto de Barajas de hasta 60 decibelios por el día y 50 por la noche".

El Gobierno municipal de San Sebastián ha valorado esta "reconsideración" del ministerio, que les permitirá comenzar las obras de urbanización de Dehesa Vieja a principios del año 2000, pero no le parece suficiente. "La adenda es buena, pero no es todo lo que queríamos, porque lo que deseamos es no tener afecciones en ninguna otra operación urbanística y que los vecinos de La Granjilla y Fuente el Fresno dejen de tener ruidos de sobrevuelos", explicó ayer el concejal de Urbanismo, Ángel Escribano.

El edil recuerda que la zona conocida como Prado de Viñuelas aún está dentro de la zona de mayor afección del aeropuerto, y por tanto fuera del indulto. Este desarrollo urbanístico -situado entre la urbanización de La Granjilla, la falda sur de Fuente el Fresno y el Arroyo de Viñuelas- tiene una superficie de 124 hectáreas, de las que 85 serán empleadas para levantar 1.485 viviendas -el 75% de precio libre y el resto sociales-.

El Gobierno regional, con intereses sociales en Dehesa Vieja, ha preferido la paz con el ministerio de Fomento y no ha impugnado el veto al urbanismo de San Sebastián de los Reyes pese a la recomendación de sus especialistas jurídicos.

La dirección general de Servicios Jurídicos de la Comunidad elaboró un informe sobre la decisión de Fomento de vetar el crecimiento residencial de San Sebastián de los Reyes en la que concluía que el informe formulado como vinculante por el ministerio "excede de las competencias exclusivas del Estado y carece de la necesaria cobertura legal, razones ambas que pueden justificar su impugnación".

"Tal impugnación", según los juristas autonómicos, "podría llevarse a cabo tanto por el Ayuntamiento como por la Comunidad de Madrid. En particular, por lo que a ésta se refiere, dicha impugnación podría implementarse mediante la interposición de recurso contencioso-administrativo en el plazo de dos meses" o incluso "el planteamiento de un conflicto ante el Tribunal Constitucional". El Gobierno regional no ha hecho caso.

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