El PSOE apoya la medida pero echa de menos una "estrategia compartida"

Los socialistas apoyan la decisión de acercar al País Vasco a 105 presos etarras. El portavoz del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, calificó ayer la medida de "positiva" y aclaró que no era el día para "resaltar las diferencias con el Gobierno" respecto a la política antiterrorista. A pesar de ello, Rubalcaba señaló que en su partido echan de menos una "estrategia compartida" con el resto de las formaciones políticas, ya que el Ejecutivo se ha limitado a informarles, pero sin establecer un debate en el que los socialistas puedan aportar ideas.

El PSOE se enteró de la noticia, según Rubalcaba, en la noche del lunes, cuando el ministro de Interior, Jaime Mayor Oreja, convocó a algunos dirigentes socialistas a una reunión que duró más de tres horas. La escasa anticipación en conocer la medida lleva al PSOE a pensar que no hay un verdadero consenso para diseñar una "estrategia global" en pos de la resolución del proceso de paz en el País Vasco. El PSOE quiere compartir con el Gobierno "algo más que la información", ya que el Ejecutivo que dirige José María Aznar, según Rubalcaba, "sabe muy bien que puede contar con el PSOE" para consensuar este tipo de asuntos. En todo caso, la valoración que se hace desde este partido respecto a la medida es "positiva", ya que sus dirigentes confían en que sirva para "avanzar" en el proceso de paz. Rubalcaba quiso ayer dejar muy claro que, aunque el PSOE la apoya, toda la responsabilidad de esta iniciativa recae en el Gobierno. "No nos sentimos responsables porque nos enteramos anoche", aclaró el portavoz socialista.

La imagen que quería dar el PSOE era de total respaldo. Rubalcaba recordó que su partido venía solicitando medidas de acercamiento desde hace mucho tiempo -"en público y en privado"- y opinó que iniciativas como la de ayer podían haberse tomado antes, pero sobre todo subrayó que es el Ejecutivo el que debe manejar los tiempos en el proceso de paz: "Si el Gobierno cree que es un buen momento, pues bien está, y bienvenida sea esta medida".

También aclaró que, a partir de ahora, el PSOE tratará de no enfatizar los desacuerdos en política antiterrorista, y que, ante los comicios del próximo año, "nunca" utilizarán este espinoso asunto con fines electorales.

Nicolás Redondo Terreros, líder del Partido Socialista de Euskadi, fue algo más crítico y apuntó que la carencia de esa "estrategia compartida" entre el Gobierno y los partidos, entre los que incluyó especialmente al PNV, es la gran "asignatura pendiente" del proceso de paz. Redondo culpó por ello tanto al Gobierno, que no ha logrado establecer la "complicidad y confianza mutua" necesarias, como a los peneuvistas. Este partido vive, según Redondo, una especie de "esquizofrenia" y no tiene muy claro si debe consensuar la política penitenciaria con el Gobierno o "salir a la calle con [Arnaldo] Otegi", líder de Euskal Herritarrok.